En un domingo caluroso de este mes, algunas personas se movían por todas partes en el Parque Sun Yat-sen de Beijing mientras exhibían letreros de papel que tenían en la mano. ¿Pero, qué estaban haciendo? Basta con una mirada para tener respuesta. Uno de los letreros leía: Chica, 25 años, 160 cm de estatura, graduada de universidad. Otro decía: Chico, 29 años, 179 cm de estatura, ingeniero. Cada sábado, en este parque situado al lado del antiguo Palacio Imperial, se reúnen hasta cientos de padres de familia en busca de la otra media naranja para sus hijos o hijas.
La Sra. Wang, quien sostenía una de dichas tarjetas, las estaba repartiendo a personas interesadas en la recomendación. En el papel estaba escrito: Chica, 26 años, 165 cm de estatura, actriz, graduada del Instituto de Cinematografía de Beijing. Wang señaló que buscaba a un caballero que pudiera proporcionarle una vida satisfactoria a su hija, y que su ingreso debía ser adecuado sin importar cuál fuera su trabajo. Por supuesto, debía amar mucho a su hija.
La chica, de pie en un sitio aparte, era muy atractiva, vestía un pantalón vaquero y una blusa de moda de color violeta ligero, y tenía el pelo bien arreglado. ¿Una chica tan bella necesita la ayuda de su madre para encontrar novio? Riéndose ante la pregunta, la Sra. replicó: "Desde luego, ya tiene pretendientes, pero el más indicado aún no aparece". "Agradezco a mami", musitó la joven. Cuando se le preguntó si estaba segura de que su madre lo encontraría para ella, se abstuvo de contestar y simplemente sonrió con afabilidad.
Cuando la madre y la hija se fueron, muchos comenzaron a cuchichear. Una mujer expresó: "¿Habéis visto las cejas de la niña? No son verdaderas". Otra comentó: "Es orgullosa, seguro que tendría problemas con cualquiera que fuera: vivienda no grande, o bien coche demasiado pequeño".
Sin embargo, la Sra. Shen no pensó así, quería saber si alguien había anotado el número de teléfono de la muchacha, y creía que quizá su hijo fuese el candidato indicado. El muchacho tiene 32 años, pero aún no tiene novia apropiada. Shen mencionó que su futura nuera debía tener 28 años o menos, que el empleo no importaba tanto, y que debía ser adecuada para su hijo y ser buena con él. Sonrió cuando se le preguntó si el joven sabía lo que estaba haciendo. "Sí, por supuesto", repuso, añadiendo: "Lo supo tarde, sólo esta mañana, no reaccionó con entusiasmo, pero cambiará de actitud si encuentro una chica buena para él".
En los últimos años, la crisis de los solteros se ha mencionado una y otra vez en China. Por ejemplo, las estadísticas de Shanghai 2007 muestra que este grupo aumentó un 15%. Sobre todo, son las personas de edad las que están preocupadas por ello. Sin embargo, los jóvenes opinan diferente. Un muchacho de veintipico años indicó que pocos padres que conoce han tenido éxito en este esfuerzo. "Ningún amigo mío haría tal cosa".
Similarmente, los padres están en desacuerdo respecto a la tasa del éxito, pues ninguno ha tenido un precedente exitoso. No obstante, una señora explicó que los que habían tenido éxito ya no volvían al parque, y que por eso nadie sabía de su experiencia. Los presentes asintieron moviendo la cabeza afirmativamente.
Entretanto, las conversaciones continuaban para la presentación recíproca. Los padres elogiaban a sus hijos, hablaban con entusiasmo de sus rendimientos académicos y enseñaban sus fotos con orgullo. Si un paseante se detenía a observar estas escenas tan animadas, se daría cuenta de que el intercambio social de los padres no es menos importante que la felicidad que se imaginaban para sus hijos queridos.
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