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Ofrecemos un "hogar" cálido y cómodo a los heridos del sismo
2008-06-20 15:52:02   CRI

Tras el fortísimo terremoto del 12 de mayo, que sacudió la provincia suroccidental china de Sichuan, los hospitales de diferentes partes de China tendieron la mano a los heridos en el sismo. Beijing, la capital, recibió recientemente a sus primeros pacientes con fracturas o necesitados de amputación. Los mismos se encuentran ingresados el Hospital de la Tercera Edad de Beijing, que será su "hogar" en la capital.

El Hospital de la Tercera Edad se ubica en los suburbios del norte de Beijing, rodeado de montañas y riachuelos, poblado de árboles antiguos y del trinar de los pájaros que los habitan. Tiene, por eso, la fama de "hospital de pulmón verde" u "hospital-jardín". El subdirector del Hospital de la Tercera Edad, Yang Bing habla a nuestro reportero:

"Principalmente se trata de heridos con fracturas, algunos de los cuales necesitan amputación. El paso siguiente, y muy importante tras la operación, es ayudar a los pacientes en la rehabilitación. Esto constituye una particularidad de nuestro hospital. Tenemos un centro de rehabilitación construido conforme a los estándares internacionales, que satisface las demandas de los pacientes en su período de rehabilitación."

Según Yang Bing, las autoridades de Beijing prestan suma atención al tratamiento de los heridos, por lo que asignaron el Hospital de la Tercera Edad como único centro asistencial de la capital que recibe a los heridos en el sismo. A fin de ofrecer el mejor tratamiento y ayudar a los pacientes a restablecerse, Yang Bing reunió a los expertos de los grandes hopitales de Beijing para formar un grupo médico especial. El Hospital de la Tercera Edad constituyó también grupos específicos. Yang Bing dice:

"El grupo médico organizado por los grandes hospitales incluye 94 expertos. Nuestro hospital formó también grupos médicos en tres niveles: el grupo de especialistas, el de cura ordinaria, y el multidisciplinario para la rehabilitación. Este último está compuesto por médicos, enfermeras, nutricionistas, psicólogos, así como voluntarios sociales."

Para que las habitaciones fuesen más cómodas y semejaran más un hogar, las enfermeras aprovecharon su tiempo libre para acondicionarlas y comprar a los heridos y sus familiares los utensilios cotidianos. El hospital les impartió cursos de protocolo, asistencia psicológica y conocimientos especiales.

Las habitaciones acondicionadas para los heridos en el sismo quedaron bien limpias y ordenadas, con las camas cubiertas de sábanas rosadas. Encima de la almohada de cada cama se colocó una carta al paciente. En la silla junto a las camas se puso una bolsa con artículos de aseo, papel higíenico, sandalias y otros utensilios cotidianos. Li Chuanyan, una enfermera que estaba preparando la habitación contó lo siguiente a nuestro reportero:

"Tratamos de hacer las habitaciones más cómodas, para que los lesionados se sientan como en casa. Haremos todo lo que podamos. Les preparamos los artículos cotidianos que necesitarán. Así al menos no tendrán problemas en la vida diaria."

Preocupados por posibles complicaciones en las heridas tras un viaje de más de 30 horas, una vez hospitalizados los heridos, 35 médicos del Hospital de la Tercera Edad y 14 expertos en neurología, pediatría, psicología de otros grandes hospitales de la capital realizaron a cada uno un examen integral, incluidos electrocardiograma y análisis sanguíneo, con lo cual establecieron en una sola noche los historiales clínicos y el proyecto preliminar de tratamiento de cada uno.

Entre los heridos, hay una anciana de 79 años, que sufrió heridas en la cabeza y los hombros. Ella dice a nuestro reportero que jamás imaginó que pudiera venir a Beijing para recibir tratamientos. Está agradecida por el cuidado cálido y esmerado de los médicos de la capital.

"Al llegar ayer 28 a Beijing, nos recibieron con flores, y nos regalaron muchas cosas. En ningún otro lugar te puedes sentir tan bien. Son personas muy buenas y amables."

Una joven contó al reportero que estaba emocionada por el amor y cuidados sinceros de los beijineses.

"En el momento de salir el tren, sentí la cordialidad de los beijineses. Ellos nos tratan como a sus propios familiares."

El Hospital de la Tercera Edad reclutó a cien voluntarios sociales para cuidar y atender los problemas psicológicos de los heridos. Para facilitar la visita de los familiares de éstos, se ha colocado junto a cada cama una silla plegable. Se arreglaron también algunas habitaciones en la vivienda para empleados del hospital, resolviendo así el alojamiento de los familiares de los lesionados. Además, el hospital les ha preparado a cada uno una bolsa de utensilios cotidianos, así como tarjetas de comedor y de teléfono.

 

 
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