El fuerte sismo que sacudió el distrito de Wenchuan, en la provincia de Sichuan, ha causado grandes pérdidas. Frente a la muerte de familiares y amigos, la destrucción de hogares, y tantas otras adversidades, es inevitable que surja un atmósfera de tristeza y miedo. En las operaciones de rescate y auxilio, los departamentos de salud, los gobiernos locales y las organizaciones no gubernamentales han enviado numerosos profesionales de asistencia psicológica a las zonas afectadas para brindar apoyo a las personas en la superación de los problemas emocionales que esta tragedia les ha dejado. Actualmente, está en marcha una operación de asistencia psicológica en la zona, la de mayor magnitud desde la fundación de República Popular China.
En un campamento de damnificados en Beichuan, distrito severamente devastado, un estudiante del segundo año de la escuela secundaria, Liu Kai, está ocupado ayudando a los voluntarios a acomodar a otros damnificados por el sismo y su apariencia es de serenidad. Sin embargo, cuando llegó al campamento, su situación era muy diferente. Un voluntario dedicado a la asistencia psicológica en esta localidad, Sun Qiang, nos contó:
"Cuando llegó aquí, tenía mucho miedo. No podía acostarse tranquilamente y no mostraba emoción ninguna. Se mantenía sentado con facciones inexpresivas."
En el campamento, el personal de ayuda psicológica estimuló a este chico a contar lo que había vivido y lo escuchó. Al mismo tiempo, le brindó orientación en el alivio de sus preocupaciones y miedos y le alentó a ayudar a los voluntarios a hacer los trabajos que estuviesen a su alcance. Ahora Liu Kai se siente mucho mejor. Dijo:
"Me siento mejor anímicamente, después de haber dicho lo que he experimentado, y al mismo tiempo he superado los traumas mentales poco a poco. "
Tras ocurrir el terremoto, se pusieron en operación de inmediato las labores de asistencia psicológica. En los equipos de rescate enviados por los departamentos de salud pública y militares, se habían despachado profesionales en psicología. Al tiempo que se rescataba a los sobrevivientes y se curaban sus heridas físicas, también se trataban sus lesiones emocionales.
Feng Zhengzhi, especialista en psicología de la Tercera Universidad de Medicina Militar del Ejército Popular de Liberación de China, acudió a las zonas afectadas con los equipos militares de rescate al día siguiente de producirse el terremoto. El nos describe su trabajo:
"En realidad, nuestras actividades de rescate psicológico empezaron mientras se rescataba a quienes quedaron sepultados bajo los escombros. El propósito era mantener los deseos de vivir de estas personas, lo cual es fundamental para su rescate. En lo que se refiere a la atención posterior a la catástrofe, fuimos a sus casas a charlar con ellos para que expresaran el miedo escondido en su corazón. Por ejemplo, hablamos con unos diez habitantes de cada aldea. Cada uno tenía diferentes miedos. Tenían temor de expresarlos, por considerar que otros podrían pensar que eran ellos los más marcados por lo sucedido. Sin embargo, a través de las conversaciones, descubrieron que todos tenían miedo, y con esta terapia en grupo, estos miedos se aliviaron. Estos metidos han logrado buenos resultados."
Según estadísticas parciales, de momento, más de 50 equipos de asistencia psicológica han llegado a las zonas devastadas. Además, los departamentos pertinentes han establecido líneas activas de ayuda psicológica y algunas radios también han transmitido programas dedicados a ofrecer apoyo psicológico a los damnificados. El personal de rescate repartió materiales de salud mental entre los afectados, guiándolos a ayudarse a sí mismos en su recuperación emocional. Se ha publicado un libro sobre el reajuste mental tras catástrofes naturales, el cual se está distribuyendo en las regiones devastadas.
Además de brindar esta atención a los familiares de los fallecidos, a los sobrevivientes y a los niños, el alcance de esta actividad se ha extendido a otros grupos que han sido afectados indirectamente por esta tragedia.
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