"Estamos junto al pueblo chino que ha experimentado una catástrofe", escribió Sarkozy en el libro de condolencia presentado a la embajada.

El pueblo francés se siente muy triste por el desastre, apuntó el presidente a la prensa, añadiendo que aprovecha la visita para expresar la simpatía, la amistad y el apoyo del pueblo francés al chino.

El presidente de la Asamblea Nacional, Bernard Accoyer, y el ministro de Asuntos Exteriores, Bernard Kouchner, también visitaron la embajada el mismo día para rendir el homenaje a las víctimas chinas.

Accoyer expresó las condolencias más profundas del Parlamento francés y el apoyo a China. Kouchner, por su parte, expresó su simpatía profunda y sincera, ensalzando los esfuerzos de rescate de China como una acción de que "honra la naturaleza humana".

Se ha confirmado que más de 34.000 personas murieron por el terremoto del 12 de mayo, de 8,0 grados de magnitud en la escala abierta de Richter, y que sacudió el pasado lunes la provincia suroccidental de Sichuan.