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Danzas misteriosas del Qiangmu de la etnia tibetana
2008-02-06 16:03:37   CRI
Entre los 56 grupos étnicos de China, los tibetanos son uno muy antiguo, de población numerosa y distribución amplia, y tienen una larga historia. Su rico acervo cultural y su religión de más de mil años forjaron su historia, cultura, credo y costumbres y también a la etnia propiamente tal. Bajo la densa atmósfera religiosa, llegaron a ser una etnia cuyos miembros profesan todos el budismo tibetano.

La danza, arte a través del cual el hombre transmite lo que piensa y siente usando el lenguaje corporal, forma parte indispensable de la vida de los tibetanos. Sus danzas lucen una gran variedad y riqueza de contenidos, con funciones, formas y movimientos diferentes. Algunas son alegres dando escape a lo que sienten los bailarines, y otras comunican a éstos con los dioses para rogarles amparo.

Por lo común, las danzas tibetanas se dividen en las de diversión popular y las de índole religiosa, pero ambas son ricas en contenido cultural y tienen estilos, formas y posturas elegantes y peculiares. Entre las religiosas, las del Qiangmu son un género monástico para las ceremonias, y su origen y divulgación están inseparables del budismo tibetano. Pero debido a las sectas de esta religión, sus formas, accesorios de uso y ropa son diferentes.

El Qiangmu se originó en el siglo VII cuando el monje indio Lianhuasheng arribó al Tíbet para predicar el budismo, entonces popular en la India. Sin embargo, se encontró con el rechazo del Bon, credo politeísta local. Para promover su religión, el monje se las ingenió al combinarla con este credo, conservando la doctrina budista y el respeto a su dios máximo, Tathagata (Buda), y aceptando a los dioses del Bon como guardianes de la ley búdica, en adaptación a la psicología politeísta de los tibetanos. Como resultado de ello nació el budismo tibetano en la región durante la dinastía Tang (618-907).

Más tarde, el monje indio adoptó los elementos de las danzas locales, tales como ciertas partes fijas y las máscaras de los dioses, para crear danzas religiosas practicadas en las ceremonias y dedicadas a expulsar a los demonios, pedir fortuna para la próxima encarnación, predicar la ley búdica y la disposición de la Providencia, explicar la causa y el efecto de los sucesos y representar historias del budismo. Con el tiempo, esta clase de danzas fue aceptada por las diversas sectas y recibió el nombre de Qiangmu. Luego, el budismo se propagó a todas partes del Tíbet, a las otras comunidades de tibetanos y a Mongolia Interior. Así, el Qiangmu tiene nombres distintos en lugares distintos. Los mongoles lo dicen "Chama"; los manchúes lo dicen "Saltar el buza"; y en la provincia de Qinghai lo dicen "Saltar el qian".

En China, cada vez que es el natalicio de Sakiamuni, Día de Año Nuevo tibetano o fiesta del budismo tibetano, se realizan ceremonias del Qiangmu en los Monasterios Drepung, Tashilhungpo y Samyae del Tibet, Tar de Qinghai, Labrang de la provincia de Gansu, Wudangzhao de Mongolia Interior, y Yonghegong de Beijing, que son importantes establecimientos de esta religión. Miles y miles de creyentes, incluso familias enteras, viajan cientos de kilómetros para llegar con varios días de anticipación y asistir a las ceremonias, pidiéndole de rodillas amparo y favor a Buda.

 
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