Últimamente, las condiciones de las viviendas de los barrios humildes de la provincia nororiental china de Jilin han ido mejorando, tanto es así que para muchos de sus habitantes el mal estado y la mala calidad de lo que durante años fueron sus hogares no es nada más que un recuerdo. Durante la realización del reportaje que les ofrecemos a continuación, nuestro reportero conoció de primera mano los resultados de las medidas tomadas para rehabilitar los barrios humildes de la provincia de Jilin y mejorar las condiciones de vida de sus habitantes.
Los barrios humildes se componen de construcciones para la población flotante así como de infinidad de casas levantadas con piedra y barro en los años que siguieron a la fundación de la República Popular de China. En Changchun, capital de Jilin, la superficie ocupada por este tipo de barrios supera los 700 kilómetros cuadrados.

El invierno solía ser un periodo muy duro para los habitantes de esta parte de la capital provincial. En efecto, las rudimentarias casas de los barrios humildes de Changchun no están bien equipadas para proteger a sus moradores del largo y frío invierno de la provincia de Jilin. Zhou Ruifan, de 51 años, lleva ya más de veinte años viviendo con los otros cuatro miembros de su familia en una vivienda de sólo veinte metros cuadrados. Al hablar de los inconvenientes que ello acarrea, Zhou Ruifan tuerce el gesto y dice: "Estoy muy preocupado. Siempre que llueve entra agua. ¡Cualquier día se nos caerá el techo encima!"
De vez en cuando, la mala calidad de las construcciones provoca conflictos entre los vecinos. Por poner un ejemplo, cuando se atascan los desagües, además de verse alterada la vida cotidiana, las relaciones entre vecinos se resienten.
Pero gracias al avance de la urbanización, es decir, de la construcción de nuevos bloques de viviendas y sus correspondientes infraestructuras, cada vez hay más personas que pueden mudarse a viviendas más espaciosas y cómodas. Ante esta situación, los habitantes de los barrios humildes se siente entre envidiosos y desfavorecidos. Dado su bajo nivel de ingresos, para esta gente vivir en un piso nuevo no es nada más que un sueño.

Consciente de esta problemática, el gobierno local tomó numerosas medidas. Decidido a mejorar las condiciones de vivienda de alrededor de un millón de personas repartidas en 300 000 familias, a finales del 2005 el gobierno local publicó un informe titulado Sugerencias sobre la rehabilitación de los barrios humildes. En él se fijaba un plazo de tres años para finalizar los trabajos de rehabilitación de 1500 kilómetros cuadrados de barrios humildes, trabajos que se iniciaron de lleno a comienzos del 2006.
Durante los trabajos de rehabilitación, sus responsables han prestado especial atención al fortalecimiento de la confianza de los afectados. Wang Song, director del proyecto de rehabilitación, explicó a nuestro reportero que, al principio, el subsidio para el traslado se entregaba cada mes; posteriormente, sin embargo, se decidió entregar de una vez los subsidios de seis meses. Además, los departamentos pertinentes han adoptado nuevas medidas encaminadas a desvanecer el temor de los trasladados a no poder volver. Wang indicó: "Intensificamos el trabajo en las zona que rehabilitamos para mantener la esperanza de la gente en poder volver a tiempo. El gobierno tiene que cumplir su promesa."
Como en el nordeste de China el invierno es muy frío, las obras de construcción suelen suspenderse en esta estación del año. De ahí que para el gobierno local suponga un reto entregar a tiempo las viviendas rehabilitadas. Wei Chunli tuvo que abandonar su hogar en octubre del año pasado. De vez en cuando, regresa para ver cómo marchan las obras. Esta vez ha comprobado con satisfacción que el invierno no ha detenido las obras. Y tras catorce meses de espera, llega finalmente el día que tanto ha esperado.

En noviembre concluyó la rehabilitación del barrio humilde de la calle de Tuanshan. Wei Chunli y otros vecinos del barrio recibieron las llaves de sus nuevas viviendas. Wei Chunli no podía ocultar su alegría: "Cuando me dieron la llave me sentí muy emocionada y nerviosa. ¡Qué bonito que han dejado nuestro barrio! Hay césped, arbolitos, flores; y lo que es más importante, ¡puedo vivir en un edificio de nueva planta!"
Tras la rehabilitación, en este barrio no hay ningún apartamento de veinte metros cuadrados, puesto que, conforme a lo estipulado, la superficie mínima es de cuarenta y nueve metros cuadrados; además, también hay pisos de cincuenta y cuatro y de sesenta y cuatro.
La rehabilitación del barrio humilde de la calle de Tonglu empezó un poco más tarde que la del barrio de la calle de Tuanshan. Cuando vio que Wei Chunli ya tenía la llave, Li Yongchun, quien vivía a la calle de Tonglu, sintió crecer sus esperanzas: "En el anuncio dice que volveremos el 30 de octubre del 2008. Para entonces, habrá zonas verdes y pisos. Así yo también podré disfrutar de los últimos años de mi vida".

Como la mayoría de los vecinos pertenecen a familias con bajos ingresos, en los barrios humildes rehabilitados también se han construido pisos de alquiler.
Wang Guangtao, ministro chino de Construcción, fue a uno de los barrios humildes rehabilitados para entregar personalmente las llaves a los propietarios de los nuevos pisos. En el acto de entrega, Wang Guangtao dijo: "El Gobierno debe esforzarse por resolver el problema de la vivienda que afecta a los ciudadanos menos favorecidos y materializar así la igualdad social".
Se comenta que la rehabilitación de los barrios humildes de la provincia de Jilin terminará un año antes de lo previsto. Con el fin de seguir mejorando las condiciones de vida de los menos favorecidos, en el 2008, el gobierno local se concentrará en mantener el alquiler bajo y en rehabilitar las viviendas de piedra y barro de las zonas rurales.
|