Xiao Canping es una niña de 14 años nacida y criada en una aldea de Qionglai, ciudad de la provincia de Sichuan. La aldea se llama Anle, nombre que en chino significa "tranquilidad y felicidad". Pero debido a la pobreza de su familia, Xiao Canping ha vivido momentos de inquietud y tristeza.
Xiao Canping es hija única. Vive con sus padres, ambos campesinos, y su bisabuela, una anciana de más de 90 años. Antes del verano del 2005, a pesar de sus escasos medios económicos, la familia aún podía costear los estudios de la niña. Pero ese verano, sucedió un imprevisto.
Un día, mientras colocaba unos ladrillos, el padre de Xiao Cunping sufrió una lesión de ligamentos que le inutilizó una mano. Desde entonces, la madre tuvo que asumir la pesada carga de mantener a toda la familia. Para colmo, los cuatro cerdos que criaba la familia murieron. Xiao Cunping se vería obligada a interrumpir sus estudios por falta de dinero.
Justo entonces, un profesor hizo renacer las esperanzas en la niña y el resto de la familia, como nos cuenta la madre:
"El profesor nos dijo: 'Según una nueva política del Gobierno, los alumnos de la familias ne cesitadas no tienen que pagar para ir a la escuela; además, estas familias recibirán subsidios gubernamentales'. Ya pueden imaginarse la alegría que sentí".
El Gobierno chino elaboró esta política para sufragar los estudios de los escolares de familias pobres. Puesta en práctica en las zonas rurales en el 2004, el año pasado su aplicación se extendió a las ciudades. Xiao Cunping, una de las nuevas beneficiarias de la ayuda del Gobierno, ya está en secundaria. Como ella misma nos cuenta con un ejemplo, las condiciones de estudio han mejorado mucho:
"Antes, solo tenía uno o dos lápices para seis meses; ahora puedo utilizar bolígrafos".
De los 2400 alumnos de la escuela Baimojiang, el colegio al que va Xiao Cunping, 170 reciben la ayuda de Gobierno. Solamente en la ciudad de Qionglai, esa cifra se eleva a 140 000.
Escuchemos seguidamente a Du Zhenglian, subdirector del Departamento de Educación de la ciudad de Qionglai:
"Tras la puesta en marcha de esta política, el porcentaje de abandono de los estudios se ha mantenido muy bajo. Vamos a intentar que este año se sitúe por debajo del 1 %".
En China, las grandes diferencias entre la ciudad y el campo también se reflejan en el ámbito educativo. En las zonas urbanas, las condiciones para estudiar son mejores que en las zonas rurales, donde además el número de familias sin recursos es mayor. Se comprende así que la tasa de interrupción de los estudios sea más alto en el campo y que los alumnos de las zonas rurales se hallen en desventaja a la hora de acceder a la educación superior o a un puesto de trabajo.
En los últimos tres años, el Gobierno chino ha asignado elevadas cantidades a la implementación de esta política. Zhou Ji, director del Departamento de Educación de China, nos da más detalles:
"P ara promover una educación justa, lo primero que hay que hacer es acelerar su desarrollo en el campo. En las zonas rurales de China hay 150 millones de niños y jóvenes en edad de escolarización obligatoria. Para fomentar una educación equitativa y elevar el nivel educativo del pueblo resulta imprescindible impulsar la educación obligatoria".
Por otra parte, el director del Departamento de Educación de China anunció:
"En el futuro, nos esforzaremos al máximo para ayudar a todos los alumnos. Proseguirá la construcción de escuelas en las zonas rurales y, lo que es aun más importante, se reforzará y mejorará la formación de los cuerpos docentes. El objetivo es mejorar la calidad de la educación obligatoria impartida en el campo".
El colegio Baimojiang es uno de los cincuenta y dos centros escolares estándares del área de Qionglai. Antes, el colegio Baimojia contaba con recursos muy escasos y un campo de deportes muy pequeño. En cambio, en la nueva escuela hay laboratorio, aula de ordenadores, biblioteca y otras instalaciones docentes, aparte del comedor, los dormitorios y una gran pista de atletismo. Wang Tingbo, profesor de Xiao Cunping, nos comentó lo siguiente:
"Desde que nos hemos trasladado aquí estamos mucho mejor. Por ejemplo, aho ra las aulas está bien iluminadas y en cada una hay cuatro ventiladores".
El mayor deseo de la madre de Xiao Cunping es que su hija se convierta pronto en una persona de provecho y pueda corresponder a la sociedad:
"Espero que el prometedor futuro de mi hija se haga realidad y que de alguna manera pueda devolver a la sociedad y a sus profesores la ayuda recibida".
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