El Festival del Medio Otoño de China ha llegado este año con peticiones de que se convierta en fiesta nacional con un día de asueto para su celebración, algo de lo que la ciudad oriental de Weifang ha tomado nota.

De esta forma los funcionarios, médicos, profesores y otras personas que trabajan en instituciones públicas en Weifang, ciudad famosa por sus cometas han disfrutado hoy de un día libre para celebrar el Festival del Medio Otoño,.

Sin embargo, sólo 190.000 de los 8 millones de residentes de esa ciudad de la provincia de Shandong se han beneficiado de la medida, que tampoco se ha tratado de un acto de completa generosidad ya que los que hoy han descansado trabajaron el pasado sábado.

Una encuesta realizada por el portal sina.com muestra que más del 97 por ciento de los 57.239 participantes apoyan que el Festival del Medio Otoño se convierta en una fiesta pública para " promocionar la cultura tradicional china".

Otras encuestas señalan que muchos chinos consideran esta fecha una buena ocasión para reunirse con sus familiares.

El Festival del Medio Otoño, fiesta que cae el decimoquinto día del octavo mes lunar, está considerado una ocasión para las reuniones familiares, en las que se comen pasteles de luna, se encienden linternas y se disfruta de la luna llena, un símbolo de abundancia, armonía y buena suerte.

Zhao Lihong, escritor y miembro de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, ha presentado cuatro propuestas en las que pide que el Festival del Medio Otoño sea una jornada festiva.

"La celebración del festival puede recordar a las personas sus familias cuando están ocupados en su vida profesional", señaló Zhao, quien añadió que cada vez más jóvenes trabajan fuera de sus pueblos natales, por lo que muchos ancianos se quedan solos.

"El rejuvenecimiento del festival es también una manera de promover los valores tradicionales de la armonía familiar y el amor filiar", afirmó el escritor.

Asimismo, expertos participantes en un foro en Xiamen han pedido que las semanas de vacaciones del Día Internacional del Trabajo en mayo y del Día Nacional sean acortadas para que se puedan celebrar festividades tradicionales como el Festival del Medio Otoño, el Festival de la Linterna y el Festival del Bote del Dragon, entre otros.

"Si podemos celebrar una fiesta internacional como el 1 de mayo con siete días, ¿por qué no dedicamos uno a nuestras propias fiestas?", señaló Hu Shensheng, profesor de sociología de la Universidad de Shanghai.

Sin embargo, hay quien pide más. Chen Tonming, vicedirector de la Academia de Ciencias Sociales de la región autónoma de Ningxia, afirmó que estos cambios no son suficientes para preservar las fiestas tradicionales en un momento en el que cada vez más jóvenes chinos se sienten atraídos por las fiestas extranjeras.

"La preservación de las fiestas tradicionales necesita la profunda comprensión por parte de los chinos de nuestra propia cultura y del cambio de la atmósfera social", remarcó Chen.