
Como es sabido, la hepatitis y el sida son dos de las diez enfermedades contagiosas humanas más difíciles de tratar. Tang Xiaoping, director del Hospital del Pueblo N.º 8 de Guangzhou, decidió especializarse precisamente en estas dos enfermedades. En los veintiún años transcurridos desde que tomó esa decisión, el doctor Tang ha estado expuesto a los numerosos riesgos y dificultades inherentes a los trabajos de prevención y tratamiento de la hepatitis y el sida.

¨Durante los veintiún años que llevo estudiando las enfermedades transmisibles he vivido muchas experiencias. Pero lo que más me ha impresionado siempre ha sido la alegría experimentada al controlar la propagación de una enfermedad.¨
En el 2003, una embarazada enferma de sida ingresó en el Hospital del Pueblo N.º 8 de Guangzhou. Como experto en sida, Tang Xiaoping sabía muy bien que existía el riesgo de que durante el parto el bebé contrajera el sida. Pero resuelto a proteger la salud de la madre y del hijo, decidió asistir a la parturienta personalmente. Terminado el parto, tanto los familiares de la embarazada como las enfermeras del hospital se sintieron conmovidos por la entrega y la ética profesional del doctor Tang.

El sida es una enfermedad difícil de tratar. Durante el tratamiento, muchos de quienes la padecen sufren problemas psicológicos. A fin de aliviar esta situación, el doctor Tang va a sus habitaciones casi a diario para charlar y, en las fiestas más señaladas, come con ellos.
Xu Min, colega de Tang Xiaoping y director del Departamento de Hepatitis del Hospital N.º 8 de Guangzhou, nos comentó:
¨Durante el tratamiento, Tang no sólo receta medicamentos, sino brinda apoyo psicológico a los pacientes, lo que favorece su recuperación.¨

A iniciativa del doctor Tang, el Hospital N.º 8 de Guangzhou estableció el primer departamento de sida del sur de China y fundó una organización dedicada a esta enfermedad.
Pero Tang Xiaoping no es el único médico chino que sobresale en el terreno de la prevención y curación de enfermedades contagiosas.
Li Yuesheng lleva treinta y cuatro años dedicado al tratamiento de la esquistosomiasis. Como él mismo nos explicó, se trata de una enfermedad que se contrae al beber agua contaminada con un parásito. Como su estudio se realiza en lagos, pantanos y acequias, muchos de quienes la investigan terminan padeciéndola. Li Yuesheng, por ejemplo, la ha contraído cuatro veces. A pesar de ello, sigue trabajando en las zonas afectadas para recoger datos que resultan de gran ayuda. Mediante la práctica y la acumulación de experiencia, el doctor Li se ha convertido en un reconocido experto en este terreno.

¨Es un trabajo ciertamente duro y difícil. Para definir mi postura, no se me ocurre nada mejor que citar esta consigna: "Hemos de preocuparnos por el pueblo y gozar de las alegrías después de él".¨
En un congreso sobre la esquistosomiasis celebrado en Holanda en 1989 bajo los auspicios de la OMS (Organización Mundial de la Salud), Li Yuesheng y uno de sus colegas presentaron dos ponencias. Era la primera vez que los facultativos chinos adquirían tal protagonismo en un encuentro internacional sobre la prevención y el tratamiento de la esquistosomiasis. Posteriormente, tras cuatro años de estudio y de colaboración con el Instituto Médico de Queensland (Australia), se doctoró y llevó a cabo una serie de importantes estudios. Pero en contra de lo que muchos esperaban, no se quedó en Australia, sino que decidió volver a China para trabajar en un pequeño instituto de la provincia de Hunan. El doctor Li nos explicaba así el motivo de su decisión:
- Para mí, la región donde la esquistosomiasis es endémica es como un hogar. No puedo permanecer de brazos cruzados ante el sufrimiento de mis paisanos.

Otro médico que insiste en trabajar en las zonas afectadas por enfermedades contagiosas es Zhan Shengjun, director del Hospital de la Cruz Roja de Xinfa, pueblo de Harbin, capital de la provincia de Heilongjiang. A pesar de tratarse de un hospital de pueblo que no cuenta con muchos departamentos especializados, también tiene que atender a todo tipo de pacientes. El doctor Zhang, buen conocer de diversas técnicas de tratamiento, atiende a diario a pacientes de todas partes de Xinfa que acuden a él atraídos por su prestigio. En los días más ajetreados ha llegado a operar a trece pacientes.
Zhan Shengjun es conocido y respetado no solo por sus cualidades como médico, sino también por su nobleza de carácter. Una señora del pueblo de Xinfa llamada Wei Shuxia contó a nuestro reportero que cuatro años atrás tuvo un shock hemorrágico y el único tratamiento era una operación de urgencia. Pero la situación económica de su familia no le permitía pagar los 3500 yuanes que costaba la operación. Al tener noticia de lo que sucedía, el doctor Zhan respondió inmediatamente que lo más importante era la salud de la paciente y que lo primero que había que hacer era operarla. Y eso fue lo que se hizo. La paciente fue intervenida a tiempo y se curó.
Zhan Shengjun fue nombrado director del Hospital de la Cruz Roja de Xinfa en 1987. En aquel entonces, el hospital sólo contaba con docenas [¿una docena / unas docenas?] de habitaciones y sus deudas ascendían a cientos de miles de yuanes. Sin embargo, gracias a la puesta en común de los esfuerzos, hoy en día sus activos fijos totalizan 1,92 millones [¿casi dos millones?] de yuanes. Esta mejora de la situación económica ha permitido al hospital invertir más de un millón y medio de yuanes en la compra de modernos equipos médicos. El propio doctor Zhan nos explica cómo se ha producido este cambio radical:
¨Contamos cada centavo que gastamos y, al mismo tiempo, mejoramos sin cesar los tratamiento y los servicios a fin de satisfacer las necesidades de nuestros pacientes.¨
Los médicos Tang Xiaoping, Li Yuesheng, Zhan Shengjun trabajan en diferentes terrenos. Pero los tres coinciden en afirmar que su mayor alegría consiste en librar del sufrimiento a su pacientes. Gracias precisamente a médicos como ellos, el pueblo chino puede mantener su salud física y espiritual.
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