Igual que las sedes olímpicas "El Nido" y "El Cubito" en Beijing, el Centro de Velas de Qingdao se ha convertido en una construcción emblemática de la ciudad. El flamante centro de deportes naúticos, en que se ha aplicado muchas tecnologías que garantiza su eficaz funcionamiento con un consumo reducido de energía, ya pasó la prueba en el Torneo Internacional de Velas Qingdao 2006, torneo que se repetirá este año como ensayo para los Juegos de 2008.

Habitualmente, solamente los aficionados más fanáticos seguirán las competiciones de velas desde el escenario, quienes tienen que presenciarlas desde barcos. Pero en el torneo del años pasado, cada día más de cinco mil habitantes de Qingdao tuvieron la suerte de ver el concurso desde el espigón principal del puerto del centro, diseñado especialmente para la presencia del público. Además, según reveló un funcionario del comité organizador de Qingdao, la Federación Internacional de Vela ha modificado la regla de las competiciones olímpicas añadiendo una "ronda de final" en que las velas pasarán por delante del público en su esprint y entrarán en el puerto inmediatamente para recibir medallas, a fin de incrementar la espectacularidad de la competición. Esta regla se aplicará por primer vez en el Torneo Internacional de Qingdao a disputarse en próximo agosto.

Además de intentar atraer a más gente durante los concursos, los organizadores han decidido abrir el complejo al público todos los días. Li Zhi Peng, funcionario del Centro de Velas de Qingdao nos dijo:

"Deseamos que las pruebas olímpicas de vela sean compartidas por todos y que más gente se queden aficionado a este deporte. Abrimos el centro todos los días para la visita de organizaciones sociales, habitantes de la ciudad y turistas. Aunque no todos podrán acceder para presenciar las pruebas olímpicas, en los días libres conocerán los detalles sobre el proceso de una competición de velas. Recibimos a centenares de visitantes al día. Además, concedemos especial importancia a la popularización de este deporte entre los jóvenes. Apoyadas por el gobierno, varias empresas han regalado a las escuelas pequeñas velas exclusivamente para los adolescentes, con las que los chicos aprenden los conocimientos y técnicos básicos de manejar la vela. El año pasado, organizamos un torneo juvenil de velas, que amplió aun más la popularidad del deporte naútico entre los habitantes. Nuestro objetivo es formar a mil deportistas jóvenes".

El funcionario añadió que, a pesar de que no todo el mundo es capaz de comprarse una vela o un yate, los habitantes de Qingdao pueden optar a inscribirse en varios clubes existentes en la ciudad, en que aprenden y practican deportes naúticos a un precio asequible.

Es notable que la preparación para los Juegos hayan beneficiado mucho al desarrollo de la ciudad y la vida cotidiana de los habitantes. Así confirmó el alcalde de Qingdao, Xia Geng:

"A partir del año 2003, año en que se fundó el Comité Organizador de las Pruebas Olímpicas de Vela en Qingdao, la economía de nuestra ciudad ha logrado un rápido progreso, que garantiza una continua elevación de la calidad de vida de los habitantes. Los 100 mil puestos de trabajo que generan las obras olímpicas y el aumento anual de 19,5 por ciento de turistas extranjeros han contribuído la mayor parte del crecimiento la economía local. Durante los últimos tres años, el ingreso per cápita ha aumentado 15 por ciento anualmente, es decir, unos mil yuanes al año. Ésta es la época en que registra el mayor incremento del ingreso de los residentes en la historia de la ciudad.".

Los Juegos Olímpicos han beneficiado efectivamente la vida de los habitantes de Qingdao, no sólo en el aumento de los ingresos, sino también en la construcción de instalaciones culturales, educativas y sanitarias, y la mejora del transporte y el medio ambiente. Por eso, los ciudadano apoyan la preparación del evento con gran entusiasmo. Una de las mejores pruebas es el fervor con que se inscribe como voluntarios para los Juegos.

Un responsable del trabajo de volutariado del Comité Organizador de Qingdao, precisó que a partir de agosto de 2005, cuando empezó en la ciudad el reclutamiento de volutarios para las Olimpiadas y los eventos test, más de 11 mil personas se ha alistado por la Internet. Wu Xiaofei, voluntaria que trabajó en el Torneo Internacional de 2006, nos habló de su sentimiento por el deporte de vela.

"Conocí la vela en las revistas y lo consideré un deporte de lujo que sólo practican los ricos norteamericanos y europeos. Y ahora las pruebas olímpicas de vela se celebrará en mi ciudad. Se ven por todas partes carteles de promoción del evento; se organizan campamentos para que los chicos aprendan a manejar la vela; y yo personalmente participé en los torneos como trabajadora voluntaria. Me siento cada vez más cerca de este deporte. Naturalmente una joven como yo se quedó fascinada por la vela, ya que los lugareños de Qingdao amamos el mar y somos apasionados. A pesar de nunca he tenido la oportunidad de presenciar el concurso desde el escenario porque mi lugar de trabajo de voluntariado fue en el aeropuerto, me sentía satisfecha de contribuir mi fuerza. ¡Me encantaría si poder navegar en la vela!"

El entusiasmo de Wu Xiaofei también se extiende a sus familiares.

"Mis padres están orgullos de que unas pruebas olímpicas se celebren en nuestra ciudad. Pero cuando su hija toma parte en ellas, se quedan aun más entusiasmados e interesados por la vela. Ahora, ya tienen bastante conocimientos sobre el deporte y les gusta divulgarlos a sus amigos".

Es cierto que personas mayores no quieren participar en el magno evento con menos ardor. En el barrio de Badaguang, los trabajadores retirados han formado cinco grupos de voluntarios: uno organiza exposiciones y cursillos sobre conocimientos del olimpismo entre los vecinos; uno sirve como guía gratis a los turistas que visitan el barrio, una antigua comunidad alemana caracterizada por las casas de estilo colonial; uno establece puestos de consulta en los puntos de interés de la ciudad; uno patrulla por las calles para mantener la seguridad y la limpieza; y el último coordina las actividades deportivas entre las comunidades. Según la señora Jiang Shuzhen, de 65 años, los Juegos Olímpicos ha fortalecido la unidad de los vecinos para embellezar su ciudad.

Por otra parte, las empresa también contribuyen a acercar la gente común a las Olimpiadas. Haier, empresa de productos electrodomésticos con sede en Qingdao y patrocinador de los Juegos de Beijing, ha colaborado con la cadena nacional CCTV en una serie de concursos de deportes como tiro con arco, esgrima, leventamiento de pesos, baloncesto y bicicletismo, pero con elementos recreativos, en las comunidades de cincuenta ciudades chinas. Se seleccionarán "campeones olímpicas populares" de cada ciudad, quienes viajarán con CCTV a Atenas, Sydney, Barcelona y otras ciudades que albergaron los Juegos Olímpicos para promover los Juegos de Beijing.

La centenaria cervecería Tsingtao, también patrocinadora del evento, organiza una caravana que recorre el país con un escenario móvil en que se llevan a cabo espectáculos artísticos y concursos de conocimientos olímpicos y deportivos. Este año, La caravana visitará unos 140 ciudades, la mayoría de ellas medias y pequeñas. Yuan Lu, asistanta del director del consejo, indicó:

"Todos trabajadores no sentimos orgullosos de que Cerveza Tstingtao obtenga la calidad de patrocinador olímpico, que consideramos un reconocimiento de nuestro nivel como una empresa nacional. Este orgullo han sido fortalecido por la divulgación de conocimientos olímpicos en el interior de la empresa. El espíritu olímpico de más alto, más rápido y más fuerte dirige también nuestro trabajo. Además, como patrocinador del evento, dispondremos de entradas de las competiciones, con las que premiaremos a los empleados y vendedores destacados. Es notable la elevación de la moral de los trabajadores después de que la compañía se convirtió en patrocinador olímpico".

Los Juegos Olímpicos de 2008 no son exclusivos para Beijing, tampoco para la élite deportiva, sino una fiesta que comparten todas las personas común y corrientes, como hemos comprobado en Qingdao.