Un total de 24 soldados murieron y otros 11 resultaron gravemente heridos el sábado cuando las tropas israelíes continuaban con su incursión en el sur del Líbano, según informaron el domingo los medios de comunicación locales.
El sábado supuso la jornada más sangrienta para el Ejército israelí desde que se iniciaran los enfrentamientos entre Israel y Hezbolá, en la que se registró el mayor número de víctimas ocurridas en un día. Cinco soldados perdieron la vida en la noche del sábado cuando las guerrillas de Hezbolá lograron derribar un helicóptero de las Fuerzas Aéreas de Israel en el sur del Líbano, indicaron el domingo las Fuerzas de Defensa de Israel. Las Fuerzas Aéreas de Israel señalaron que el helicóptero se estrelló en territorio enemigo y que los restos de las víctimas todavía no habían sido recuperados. Asimismo confirmó una declaración hecha con anterioridad por Hezbolá que afirmó que el helicóptero había sido abatido por un misil tierra-aire. Un oficial israelí y dos soldados fallecieron cuando un misil antitanque atacó un vehículo blindado cerca de Wadi Sluki, en el poblado de Andoria, informó a última hora del sábado el diario Jerusalem Post. En otro incidente, un soldado murió por un misil antitanque que asaltó la casa en que fue estacionado, según consta en los informes. A primeras horas del día, el Ejército israelí confirmó que siete soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel fallecieron y 80 resultaron heridos, 11 de ellos de gravedad, cuando el Ejército expandió una operación en el sur del Líbano en el trigésimo segundo día del conflicto. Más de 1.000 libaneses y unos 150 israelíes han perdido la vida desde que comenzaran los enfrentamientos el 12 de julio.
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