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¿Cuándo se desplegará la fuerza internacional en el Líbano?
2006-07-31 17:50:29   CRI

Al compás de la escalada del conflicto entre el Líbano e Israel y la pronta culminación de la misión de la fuerza interina internacional bajo mando de la ONU en ese país merdioriental, el despliegue más pronto de una fuerza internacional en el sur del Líbano que pueda mantener de manera efectiva la paz ha sido una voz común de la comunidad internacional. El secretario general de la ONU Kofi Annan ha invitado a representantes de los países que podrían enviar tropas a participar en las operaciones de mantenimiento de la paz en el Líbano a asistir a una reunión internacional a celebrarse el día 31 en la sede de dicha organización internacional. La opinión pública considera que debido a que algunas potencias occidentales necesitan coordinar sus posiciónes respecto a algunos problemas clave, ahora es difícil predecir cuándo se pueda desplegar una fuerza internacional de mantenimiento de la paz.

Esos problemas clave son los siguientes:

El primer problema es la formación de la fuerza internacional. Se preve que la futura fuerza internacional debe ser una tropa poderosa suficiente para mantener la segruidad en la frontera líbanés-israelí. La parte israelí desea que dicha fuerza sea compuesta de tropas bien adiestradas de los países occidentales. Pero, EE.UU. que apoya a Israel ha anunciado en términos claros que no participaría en las operaciones de mantenimiento de la paz en el Líbano debido a las guerras en Iraq y Afganistán, mientra tanto el envío de soldados por parte de Alemania, una potencia de Europa tampoco es optimista. Según una reciente encuesta del Semanario Der Spiegel , 53% de los alemanes se oponen al envío de soldados al Líbano, especialmente los grupos judios mantienen una fuerte oposición. La canciller alemana Angela Merkel expresó el día 29 que al considerar que el ejército alemano ya ha tomado parte en las operaciones de mantenimiento de la paz en el Báltico, la República Democrática de Congo y Afganistán, ella no aprueba la participación de Alemania en la operación en el Líbano, pero puede ayudar al Líbano a entrenar al ejército y la policía de ese país. Además, el ministro australiano del Exterior Alexander Downer dijo el día 30 que debido a que su país ha enviado a tropas pacificadoras a Iraq, Afganistán, Timor Oriental y las Islas Solomón, todavía no decide si participar en la operación en el Líbano.

El segundo problema es el mando de la futura fuerza internacional. Israel había expresado su deseo de que se despliegue en el sur del Líbano una fuerza internacional bajo mando de la OTAN. Pero, debido al rechazo del envío de tropas por parte de EE.UU. y a las operaciones militares en Afganistán, todavía es incógnito el envío de soldados por parte de dicha organización que ha expresado que dicho tema aun no se incluye en su agenda. Al mismo tiempo, Francia que tiene los intereses e influencias tradicionales en Oriente Medio se opone al envío de tropas de la OTAN al Líbano. Por lo tanto, si no se soluciona el problema del mando, estará lejos de hablar del despliegue de la fuerza internacional de mantenimiento de la paz en el Líbano.

En tercer lugar, en cuanto al objetivo del despliegue de la fuerza internacional en el Líbano, entre las potencias de Occidente existen claras divergencias. EE.UU. y el Reino Unido exigen el más pronto despliegue de una fuerza internacional en el sur del Líbano para desarmar al Hizbolá con el fin de apaciguar, de la raíz, el conflicto entre el Líbano e Israel, mientras que Francia y Alemania enfatizan que un alto el fuego es el objetivo primordial. En una conversación telefónica del 29 con el primer ministro británico Tony Blair, el presidente francés Jacques Chirac manifestó que su país desea que la comunidad internacional promueva el cese al fuego entre el Líbano e Israel y dijo que el acuerdo político al que alcancen las partes involucradas es la condición previa indispensable para el envío de una fuerza internacional bajo mando de la ONU.

El día 30, los aviones militares israelíes atacaron la aldea de Qana en el sur del Líbano, causando por lo menos 51 muertos. Frente a esta tragedia, la comunidad internacional desea que las partes pertinentes alcencen lo más pronto posible a un consenso para formar cuanto antes una fuerza internacional y para apaciguar el conflicto líbanés e israelí.

 
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