La gran parte de la línea ferroviaria Qinghai-Tíbet se extiende por una meseta ubicada entre 4000 y 5000 metros sobre el nivel del mar. El sistema ecológico de esta zona es muy frágil y una vez dañado es muy difícil que se recupere. Por ello, durante los 4 años de construcción de la línea los habitantes locales aprendieron mucho sobre cómo proteger su medio ambiente.

Partiendo de Lasa, la carretera Qinghai-Tíbet corre paralela a la línea ferroviaria. El número de puentes es aquí mucho más numeroso de lo habitual. Esto se debe a que para atravesar y no perturbar los humedales se utilizan puentes. Los puentes de este tipo llegan a tener una extensión de varias decenas de kilómetros.
Ban Zhou, una pastora local dijo: ¨Antes me preocupaba mucho que la línea ferroviaria destruyera la pradera. Pero estoy muy contenta de que no sea así, las ovejas se siguen alimentando sin problemas.¨
Para proteger la pradera, se realizaron exitosamente auténticos transplantes de prados. Ahora los prados transplantados ya se fusionaron con los naturales.

Guo Neng An?un obrero, comentó:¨ Hay que realizar muchos trabajos de mantenimiento y transplantar nuevos prados. ¨
En los costados de la línea ferroviaria, se han ampliado los húmedales de manera artificial en algunas zonas. Además, se han construido 33 pasos para los animales migratorios de la zona. Por ejemplo, los antílopes tibetanos ya se han acostumbrado al nuevo ambiente y migran libremente.
La aldea Maxiangtang se halla a unos 50 km de Lasa. La línea ferroviaria se encuentra a unos cien metros de distancia. El aldeano Losanima indicó al periodista que los aldeanos se han organizado voluntariamente para recoger la basura que pueda aparecer a lo largo de la línea ferroviaria.

Losanima, un Aldeano, dijo: ¨ No se deben tirar así como así las botellas, ya que perjudican el medio ambiente.¨
Antes de la construcción de la línea ferroviaria Qinghai-Tíbet, ya se había establecido como objetivo construir un ferrocarril ecológico. Actualmente, según investigaciones, la línea ferroviaria no ha modificado la calidad del agua, y los animales migratorios de la zona, al igual que el paisaje, han sido protegidos debidamente.
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