Yuanjiang y Changde, esperanzas de Hunan

Por Mauricio Percara, 16-09-2015

Comenzamos el día partiendo muy temprano, a eso de las seis, rumbo a la ciudad de Yuangjiang. Al alcanzar la localidad, nos dirigimos directamente a visitar la reserva natural del lago Wang Zi.

2015-09-17 13:56:29 CRI

Changde

El primer destino fue la Presa de Shanjuanyuan, la que protege la vida de 200 mil personas de las crecidas del río Yuanjiang. Antiguamente la calidad de las presas no era muy buena y el movimiento del suelo era un hecho frecuente. Construyendo una presa de concreto se mejoró notoriamente el accionar contra las inundaciones. Se proyecta decorar las presas con pinturas y caligrafías chinas. A su vez, se planifican construir en el área centros de entretenimiento para los habitantes locales.

Seguimos ruta y el minibús detuvo su motor en la Casa de Exhibición de Planeamiento de Changde. En el edificio, de 23,8 metros de alto y de una superficie de 10.166 m2, se presentan los proyectos de la ciudad según la Planificación Comprensiva de Changde (2009-2030), focalizándose en el transporte, el turismo, proyectos especiales, los distritos importantes, las industrias clave y el planeamiento ecológico. Una vez finalizada la visita, nos dirigimos a la Planta purificadora de modelo esponja.

En esta planta, que es un piloto para China y el mundo, se utilizan juncos para purificar el agua los mismos que se utilizan para papel y que sirven a los lugareños de espárragos. El agua se drena a los cañaverales desde una planta ubicada en sus inmediaciones. El resultado es un agua más pura que puede ser utilizada para regar los parques de la ciudad, pero no así para su consumo directo. Este sistema sólo se aplica el sistema al agua que desechan las familias, no es posible llevar adelante este procedimiento con el agua que desechan las fábricas. Hay dos de estas plantas purificadoras y se prevén construir ocho en total.

Dejando atrás la planta purificadora de agua, terminamos la jornada con una visita relámpago a un campo repleto de coloridos crisantemos. Una mirada que se tornó de colores fue la representación del punto final más glamoroso que cualquier día desearía tener.

Por Mauricio Percara


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