La joyería china: lujo con armonía
2015-05-07 10:33:53 CRI
En muchas culturas y civilizaciones, se considera que las joyas son símbolo de riqueza o estatus social. Si existe un material que puede representar a la joyería china, ese es el jade. Sus características sutiles y colores translúcidos hicieron que la filosofía china utilizara el jade como metáfora para referirse al alma, la inmortalidad y la armonía.

En muchas culturas y civilizaciones, se considera que las joyas son símbolo de riqueza o estatus social. Los materiales y el trabajo necesarios para fabricarlas hacen que a su valor intrínseco, se sume un gran valor artístico que las convierte en una forma de acumular riqueza en grandes cantidades.

Difícilmente alguien se puede resistir a la belleza de las joyas. Los destellos del diamante, la profundidad del zafiro, la elegancia del carbúnculo, el misterio del ámbar, el oro y la plata, concentran las ambiciones humanas y pueden contar una parte de la historia con alegría o tristeza; puede rememorar tiempos de paz o de guerra.

Las joyas siempre han estado presentes en la civilización china. En la antigüedad, más o menos 3000 años antes de Cristo, los antepasados elaboraron sus joyas con caparazones de tortuga, huesos de animales e incluso algunas plantas. Al entrar en la era de los metales, el oro y la plata se convirtieron en las materias primas de la joyería china.

Además de estos materiales, las piedras preciosas, los corales rojos y hasta algunas maderas con incienso han adornado los dedos, cuellos u orejas de los chinos a lo largo de los años.

Sin embargo, si existe un material que puede representar a la joyería china, ese es el jade.

El jade se valora por su dureza, resistencia, cualidades musicales, y belleza. Especialmente sus características sutiles y colores translúcidos hicieron que la filosofía china utilizara el jade como metáfora para referirse al alma, la inmortalidad y la armonía.

Desde hace más de 5000 años, en el periodo Neolítico, se ha utilizado el jade para fabricar adornos y joyas. A lo largo de la historia, se ha desarrollado un sistema del culto del jade. Hasta nuestros días, en China, los objetos de jade todavía tienen fama de ser amuletos que atraen la buena fortuna. Según la mitología china el jade es el esperma seco del dragón, por lo que se convirtió en el tótem del pueblo chino.

En los ritos de las dinastías antiguas, el jade significó el cielo, la tierra y los cuatro puntos cardinales. Las familias reales o los nobles eran los únicos que tenían derecho y acceso al uso del jade.

A lo largo de la historia de China, el jade se ha presentado en gran variedad de colores, como blanco, verde y negro, entre otros, y la nefrita blanca "grasa de cordero" ha sido el tipo de jade más valorado.

Existen varios yacimientos del jade en China Las canteras en Henan y las localizadas a lo largo del río Yangtze han sido explotadas desde épocas prehistóricas y ahora se encuentran casi agotadas; en la actualidad gran parte del jade es extraído de la región autónoma de Xinjiang, en el noroeste del país.

Una antigua vía comercial cruza el paso Yumen, atraviesa Dunhuang y Loulan para después extenderse hacia la meseta de Pamir en el oeste, a lo largo del borde sur del desierto del Taklamakan y la ladera norte de los montes Kunlun. Se trata de la famosa Ruta de la Seda, en el sur de Xinjiang.

En Xinjiang, donde habitan etnias, como la Uigur, la Kazaka, la Han y la Tajik, no sólo se producen frutas de calidad, muy apreciadas en toda China, sino que también es cuna del jade de Hetian, que para los chinos representa la armonía y la solidaridad.

La milenaria ciudad de Hetian se ubica en las faldas de la majestuosa montaña de Kunlune, de 2 mil 500 kilómetros de longitud, a una altura de 3 mil 500 metros sobre el nivel del mar. Desde tiempos inmemoriales custodia un raro y valioso tesoro: el jade.

Alrededor de esta milenaria ciudad, se produce el famoso jade de Hetian, lo que ha hecho de éste un lugar célebre a nivel nacional e internacional.

El jade de Hetian, se encuentra en los dos ríos que pasan por la ciudad. Esta variedad cuenta con un brillo que ilumina la milenaria historia tanto de la tierra de Xinjiang como de la Ruta de Seda y de todo el territorio del país.

Se divide en diferentes tipos, dependiendo de la ubicación de la veta: de la montaña, del río, entre otras, pues el lugar de extracción determina su color. La variedad más apreciada por su transparencia y suavidad es el llamado grasa de cordero, considerado como la cumbre del jade de Hetian. En chino, se dice que el oro tiene precio, pero el jade no. No existe cosa alguna que se pueda igualar al jade "grasa de cordero", su valor es incomparable.

Además de su belleza natural, el diseño de las piezas de jade añade a cada una de ellas un gran valor artístico. Una vez frente a la pieza de jade, para el joyero es difícil decidir qué puede tallar en ella, pues por su figura, su transparencia, y su color, es posible transformarla en cientos de objetos preciosos. La pulsera y el pendiente son las joyas más populares entre los chinos.

El jade, por lo liso de su superficie y belleza reservada, coincide justamente con las cualidades del pueblo chino, que valora la paz y el autocontrol por encima de todo. La talla también es un proceso de auto perfección. Cuando un artesano trabaja el jade, el jade también le pule a él, y mientras el hombre le quita las aristas al jade, éste forja el temperamento de aquél.

Antiguamente, la medicina tradicional china, consideraba que el carácter de jade era de mansedumbre, por lo que cumplía con la función de calmar, y podía retardar los efectos del envejecimiento y aliviar la presión arterial. En la actualidad, muchos expertos han hecho abundantes investigaciones sobre el jade desde el punto de vista de la salud, y han encontrado que, efectivamente, este material favorece en cierto grado a la salud de las personas, pues sus componentes químicos tonifican el cuerpo humano, fortalecen la inmunidad, mejoran las funciones del metabolismo y benefician el estado físico y espiritual.

Sin importar la edad o los recursos económicos, todos los chinos desean poseer una joya de jade, sobre todo del jade de Hetian. La pulsera del jade de Hetian, parece un anillo brillante que irradia paz alrededor de la muñeca; el zarcillo del jade, ya sea del jadeíta o de "grasa del cordero", es un símbolo de elegancia, y quien posee un pendiente de jade con la figura de Buda, del dragón, o simplemente en forma de gota, puede atraer la tranquilidad para el alma, por supuesto, también llevar la suerte para toda la vida.

La joya de jade chino, sin adornos exagerados, no intenta llamar la atención, sino que persigue la armonía y la tranquilidad; busca el equilibrio entre la naturaleza y la humanidad.

Por Li Xiaoxiao

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