Además de ser objeto de admiración, la flor también se utiliza de otras maneras. Se vende té, se realizan galletas dulces, artesanías, porcelana y se venden coronas con flores artificiales para las chicas que quieran lucir su entusiasmo por esta flor. En el Jardín de las Peonías se pueden observar muchas mujeres de todas las edades, desde niñas pequeñas a señoras adultas, ostentar con orgullo sus coronas de flores mientras pasean por las calles internas de este maravilloso jardín.