Las flores de canola son pequeñas, sus pétalos van de los 5 a los 40 centímetros. Su color amarillo, muy intenso, hace que esta flor no pase desapercibida, incluso si sólo se encontrara una sola en el camino. En Huanshang es imposible no verlas porque son las protagonistas del espectáculo visual que dan forma al paisaje.
Millones de canolas serpentean los campos y adornan las casas. A la distancia, da la impresión de que todo el sitio está cubierto de alfombras amarillas.
Son parte esencial de la vida cotidiana. Los pobladores locales las cuidan con mucho esmero. Además, son fuente de ingresos económicos puesto que con estas flores se hace aceite comestible e incluso pueden ser usadas para producir biodiesel. China es uno de los principales productores de canolas a nivel mundial.
Para los amantes de las flores y de los paisajes naturales Huangshan es un sitio perfecto. La mejor época del año para apreciar la belleza de las canolas es a inicios de la primavera, cuando florecen.
Para tomar fotografías de postal o simplemente para admirar el paisaje de las canolas, las montañas y el río, uno de los destinos recomendados es Shexian, un pueblo que vive de esta flor tanto por su cultivo como por los ingresos obtenidos por el turismo.
En este poblado en encuentra el mejor mirador. Para llegar debe tomarse un transporte desde Huangshan directo a Shexian cuyo recorrido dura una hora. Al llegar al pueblo debe tomarse un auto especial que sube hasta el punto más alto de la montaña. No es necesario escalar, por lo que personas de todas las edades pueden disfrutar de este paseo. Una vez en la cima, la vista de los paseantes queda cautivada por el brillo de las canolas, incluso si el cielo está nublado.
Al terminar este recorrido, los viajeros pueden dirigirse a las esculturas de piedra del Jardín de Bao, el cual tiene la calificación de cuatro "A", la cual es otorgada por las autoridades turísticas chinas e indica que es uno de los lugares con mayor calidad.
Estas piezas de piedra son representativas de las dinastía Ming y Qing, cuyos estilos son característicos del suroeste de China.
Según la tradición, las esculturas eran erigidas para honrar a las personas que en vida habían tenido un vida admirable eran reconocidas por el pueblo local.
Son siete las esculturas que componen todo el complejo de los jardines y por supuesto no pueden faltar las flores de canola que completan el paisaje de esta región.
Turistas locales y extranjeros, todos quedan atrapados por las alfombras amarillas de Huangshan y sus sitios históricos, y esta es sólo una de las tantas sorpresas que la provincia de Anhui ofrece a sus visitantes.