Para mí, China nunca ha estado tan alejada. Mi casa en la Ciudad de México está a una calle del barrio chino, ubicado en el callejón de Dolores.
A este sitio la gente acude para celebrar la fiesta del año nuevo lunar. Los mexicanos, como en muchas partes del mundo, lo identificamos como el año nuevo chino.
Ver la danza del dragón y de los leones siempre es un espectáculo para propios y extraños. A los mexicanos, como a los chinos, también nos encanta quemar cohetes y observar los fuegos pirotécnicos.
Figura del Dragón del Templo Shaoli, colocada para recibir el año nuevo.
A las personas les encanta saber a qué animal pertenecen en el zodiaco chino. Siempre ha existido una fascinación por adivinar el futuro y conocer la compatibilidad de los signos. La mística del pueblo mexicano se combina con la celebración oriental. El resultado es una mezcla multicolor e híbrida, donde se festeja lo chino a lo mexicano, o lo mexicano a lo chino.
Por comida china solemos referirnos al arroz frito, a los rollos primavera y al chop suey. En los últimos años se ha registrado un crecimiento de restaurantes de comida china que ofrecen bufets, donde encontramos una mezcla de sabores mexicanos con estilo chino
Nunca imaginé que formaría parte activa de la fiesta del año nuevo chino. Cuando tenía 15 años conocí a mexicanos con ascendencia china, quienes me invitaron a formar parte del grupo que bailaba la danza del dragón. Practicábamos por horas hasta dominar los movimientos de la danza. Y no sólo eso, practiqué el toque del tambor.
Cuando bailaba en el callejón de Dolores, aunque no lo era, me sentía parte de la comunidad sino-mexicana porque vivía en el mismo barrio.