A finales de 2001, China se convirtió en el país número 143 en ingresar a la Organización Mundial de Comercio (OMC), lo que marcó una nueva era en la situación del comercio internacional. En los últimos diez años, China ha sostenido una abierta colaboración y ha correspondido a los compromisos de la OMC, por lo que se ha convertido en una fuerza necesaria del organismo.
Por lo éxitos logrados en la última década, es claro que el haber ingresado a la OMC marcó un hito en la política de reforma y apertura de China, que no sólo ha impulsado el desarrollo de la economía y la sociedad del país, sino que también ha cambiado la situación económica internacional.
China es hoy un país más abierto, pragmático y cooperativo que se enfrenta al mundo y ofrece una fuerza para la estabilidad y el desarrollo de la economía internacional. De esto son testigos varios diplomáticos extranjeros, que cuentan su experiencia sobre la profundización de la cooperación comercial de China con otros países.
Eugenio Bregolat, ex embajador de España en China, recordó que cuando recién había ingresado el país asiático a la OMC, algunas industrias se preocuparon sobre el impacto que esto podría tener, por ejemplo, la industria automotriz. Sin embargo, diez años después, China se ha convertido en el mayor productor de coches, y las empresas automotrices nacionales se sitúan en un momento importante.
Chile fue el primer país latinoamericano en establecer relaciones diplomáticas con China, y también el primer país que reconoció su completa posición como mercado internacional. Además, fue la primera nación que firmó el acuerdo que permitió el ingreso del país asiático a la OMC y la primera también que signó un acuerdo bilateral de libre comercio.
En 2004, ambos países establecieron completamente relaciones de cooperación. En 2010, Chile fue el segundo socio comercial de China en Latinoamérica, mientras que China se convirtió en el primer socio comercial del país andino, por lo que la estructura comercial de ambos ha cambiado mucho. Luis Schmidt Montes, embajador de Chile en China, destacó la importancia que ha tenido China en los últimos años para la economía global.
Perú fue, tan sólo detrás de Chile, el segundo país latinoamericano que firmó un acuerdo de libre comercio con China, que incluyó no sólo el comercio sino también las inversiones. Actualmente, China es el segundo socio comercial de Perú y el mayor exportador hacia ese país, mientras que Perú se cuenta como una de las naciones latinoamericanas con mayor inversión china. Las empresas chinas han expandido múltiples proyectos importantes de inversión en Perú en los rubros de minería, construcción de infraestructura y manufactura, entre otros. Augusto Cabrera, encargado interino de negocios de Perú en China, señaló que su país continuará colaborando con China para impulsar el desarrollo económico y el comercial bilateral.
La relación económica entre Costa Rica, un importante país de América Central, y China tiene un carácter complementario, que ofrece una gran plataforma para el desarrollo de la inversión cooperativa. En agosto de 2011 se puso en marcha el tratado de libre comercio entre ambas naciones para ampliar la escala de cooperación comercial y de inversiones. Marco Vinicio Ruiz, embajador de Costa Rica en China, fue encargado del Ministerio de Comercio Exterior y asistió a muchas ruedas de negociaciones entre su país y China. El diplomático indicó que el ingreso de China a la Organización Mundial de Comercio representó un nuevo punto de partida, que demuestra que el gobierno del país asiático intenta apoyar en los asuntos mundiales y juega un papel importante en la OMC.
Tras diez años del ingreso de China a la OMC, el país no sólo ha creado un mercado que supera los tres billones de dólares de las reservas de divisas extranjeras, sino que también ha dado una mayor vitalidad al sistema multilateral, que es una fuerza necesaria contra la recesión económica mundial.
Alberto Jesús Blanco Silva, embajador de Cuba en China, señaló que, luego de que la isla fuera el primer país del hemisferio occidental en establecer relaciones diplomáticas con el país asiático, ha existido una amistad tradicional entre ambas naciones. Es decir, un pequeño país y un gran país mantienen relaciones amistosas basadas en la igualdad y el respeto mutuo. Y Cuba quiere continuar la amistad con China como siempre.
En la última década, la economía nacional y el comercio exterior se han desarrollado rápidamente. En estos diez años, China ha cooperado con el mundo y apoyado la globalización. En ese tiempo, China ha asistido a las negociaciones comerciales multilaterales, protegido los intereses de los países en vías de desarrollo, conocido y mejorado las reglas de la OMC y ofrecido su fuerza para el desarrollo del comercio internacional. Y es seguro que en los diez años siguientes China desempeñará un papel más positivo en la Organización Mundial de Comercio y hará más contribuciones al desarrollo de la economía mundial.