"No hay otro lugar como Huaxi"

Por Pedro Lago, 07-10-2011

Wu, contagiado con el orgullo de la esposa, no duda en afirmar que "todas las personas están muy satisfechas con el espíritu de compartir que reina en Huaxi". Al tiempo que asegura que "no se puede imaginar nada que lo haga ir de Huaxi". Wu Jinyue gana 200 000 yuanes al año, trabajando en una de las dos fábricas de la Industria Siderúrgica de la zona.

Save and Share Tamaño de texto   2011-10-08 10:40:10 CRI

Pocos minutos habían pasado de llegar a Huaxi cuando conocí a Wu Jinyue. Gracias a María Song, mi colega china que sabe español, entablé una fructífera conversación. Wu Jinyue sería nuestro anfitrión.

Pedro con la familia Wu en el poblado de Huaxi

Así supe que Wu Jinyue nació en "el Huaxi antiguo" donde, dice, vivían alrededor de 2000 personas. Mientras viajamos en su moderno auto, recuerda que su familia dependía del cultivo de la tierra, como todos. "En mi familia eran ocho personas y vivíamos en una casa de 40 metros cuadrados", explica.

Y continúa "ahora mi familia es de cuatro personas y vivimos en una casa de 540 metros cuadrados". Sin espacio para reparar en lo dicho detiene su auto frente a una imponente vivienda: "Hemos llegado. Bienvenidos a mi casa".

Wu Jinyue

En la puerta está Lu Jufen, su esposa, quien, luego de recibirnos amablemente, vuelve al disfrute de su inmenso televisor en la espaciosa sala. Con Wu subimos al segundo piso y advertimos que la escalera no termina. Él nos confirma que la casa tiene 3 pisos.

La casa de Wu Jinyue costó más de un millón de yuanes y es una de las más de 300, como esta, que hay hoy en Huaxi. La villa, como prefieren sus pobladores que se conozca, ahora cuenta con más de 35000 habitantes.

"Desde la década del 90 el cambio ha sido muy grande" dice Wu. "Al comienzo se hicieron ricos los que tenían más capacidad. Luego los ricos se ocuparon de los pobres. La diferencia entre los ricos y los que menos tienen disminuye cada día".

Lu Jufen

Lu Jufen participa del diálogo para aseverar que "para repetir lo de Huaxi en otro lugar hacen falta dirigentes del Partido como los de aquí. Huaxi es muy bueno. No quiero vivir en otro lugar, ni en Beijing. Nunca me iría de Huaxi".

Wu, contagiado con el orgullo de la esposa, no duda en afirmar que "todas las personas están muy satisfechas con el espíritu de compartir que reina en Huaxi". Al tiempo que asegura que "no se puede imaginar nada que lo haga ir de Huaxi". Wu Jinyue gana 200 000 yuanes al año, trabajando en una de las dos fábricas de la Industria Siderúrgica de la zona.

En la sala de la casa

Retoma la palabra Lu: "Huaxi ha cambiado mucho. No hay palabras que puedan describirlo. Ese espíritu de hacerse ricos todos juntos es único. No hay otro lugar como Huaxi", concluye.

Han pasado 50 años desde que comenzó esta experiencia, única por sus resultados, en la emblemática comunidad de Jiangyin, en la provincia de Jiangsu. Por ese motivo estamos ahora en casa de Wu Jinyue y Lu Jufen. Como María y yo, otros colegas de Radio Internacional de China comparten el orgullo y la hospitalidad de los habitantes de Huaxi.

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