Casi ha finalizado el viaje por la "ruta roja", y en las últimas horas las actividades han cambiado radicalmente. Los primeros días visitamos lugares y cubrimos eventos relacionados con el Partido Comunista y con la actividad económica de China que gira en torno a la hoz y el martillo.
Pero en los últimos dos días el recorrido ha dado un giro, y nos ha mostrado otra cara de este país: la de la tecnología.
Primero conocimos el plan de la zona marítima de Zhejiang, un megaproyecto que ya tiene luz verde por parte del gobierno y que provocará una explosión en el crecimiento y el desarrollo económicos.
En la zona marítima de Zhejiang (provincia vecina de Shanghai) se instalará infraestructura portuaria de la más alta tecnología para recibir mercancías de gran volumen y se utilizarán energías limpias como la solar, la eólica y la hidráulica (aprovechando la fuerza de la marea) para emitir menos gases a la atmósfera.
Construcción de la zona marítima de Zhejiang / Foto: Xinhua
También será punta de lanza en cuanto al desarrollo de las industrias emergentes del mar y la creación de empleos, pues se estima que miles de personas podrán tener una nueva forma de ganarse la vida, incluyendo aquellos profesionales chinos que están en el extranjero y que cuentan con la preparación adecuada.
Suena muy bien.
Pero claro, un proyecto como éste tiene costos, no sólo económicos, sino para el medio ambiente. Por esta razón se ha planificado la explotación de los recursos con tecnología amigable y se inculcará la filosofía de "nada es chatarra, todo se puede utilizar". Además, se realizarán estudios para establecer límites en el aprovechamiento de los recursos marinos. De esta forma, el impacto ambiental será mucho menor.
Se tiene planeado que la zona marítima de Zhejiang dé sus primeros frutos en los próximos cinco años, y para el 2021 estará funcionando a plena capacidad, coincidiendo con el aniversario número cien del Partido Comunista de China.
A primera vista, parece un proyecto magnífico. El tiempo se encargará de corroborarlo.
Por otro lado, visitamos las instalaciones de Supcon Group, una empresa encargada de crear prácticamente todo lo que se les ocurre. Me explico. Su labor es muy diversificada, pues construyen aparatos electrónicos inteligentes de alta tecnología para lograr la automatización de industrias como la petroquímica y la metalúrgica.
Dispositivos creados por Supcon para la industria petroquímica
También diseñan hardware y software para el sector médico, de transporte y de ahorro energético, así como dispositivos electrónicos que se utilizan en el sector científico. Incluso diseñan robots con múltiples aplicaciones. Por eso, las empresas más grandes de China utilizan sus productos.
Técnicos especializados de Supcon
Por ejemplo, han fabricado sistemas de seguridad para el metro; el sistema de calentamiento del agua de la alberca olímpica (el Cubo de agua), y un software médico que almacena toda la historia clínica de los pacientes de los hospitales, desde consultas y análisis, hasta imágenes digitales de radiografías y tomografías.
Y en la Exposición Universal de Shanghai del 2010, 30 robots inteligentes con la figura de Haibao, la mascota oficial del evento, recorrieron la sede de la Expo para dar información a los visitantes. Los robots fueron programados para hablar, bromear -con gran sentido del humor- y responder casi cualquier pregunta de las personas. Vaya, hasta bailan, y con mucho ritmo. Tal como en las películas de ciencia ficción de antaño.
Robot Haibao creado por Supcon
Para esta firma, que da empleo a más de dos mil personas, lo más importante es la creatividad de sus trabajadores. El objetivo es crear cosas nuevas, originales, apegándose al proyecto nacional de autoría intelectual.
Zhong Guoqing, vicepresidente de Supcon, explicando las labores de la empresa
Tras la visita a Supcon Group terminó el recorrido por la "ruta roja". Un viaje no sólo por la historia y los acontecimientos políticos más importantes de los últimos años en China, sino también por el camino del crecimiento, del desarrollo y de la investigación.
Y ha sido un placer.