El 15 de noviembre de 1971, una delegación de la Nueva China asistía por primera vez a la Asamblea General de la ONU. El jefe de la delegación, el ministro de Asuntos Exteriores, Qiao Guanhua, dio un discurso al pleno. (Qiao ríe en el pleno de la Asamblea General de la ONU).
Al fundarse la ONU en 1945, China era uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU. Tras fundarse la República Popular China el 1 de octubre de 1949, el gobierno central del pueblo se convirtió en el único gobierno oficial, y era obligatorio que gozara de un puesto en la ONU. Sin embargo, el país no pudo volver a Naciones Unidas debido a obstáculos impuestos por algunos países occidentales.
Gracias a la elevación del prestigio internacional de China en los años 60 y 70 del siglo pasado, y la cada vez más fuerte posición de los países asiáticos, africanos y latinoamericanos dentro de la ONU, el 1 de noviembre de 1971 China volvió a ser miembro de las Naciones Unidas, lo cual marca un hito en la historia de la diplomacia china.
El 24 de febrero de 1972, Richard Nixon, entonces presidente de Estados Unidos, hizo una visita oficial a China. La imagen muestra el momento en el que el primer ministro Zhou Enlai da la bienvenida al mandatario norteamericano.
Tras el encuentro de Nixon con importantes líderes chinos, la relación entre China y Estados Unidos entró en una etapa de normalización y alcanzó un gran desarrollo. Por esta razón, la visita del presidente norteamericano es considerada como uno de los acontecimientos más importantes en la historia de las relaciones diplomáticas internacionales del siglo XX.
Desde el establecimiento de relaciones diplomáticas entre la República Popular China y Estados Unidos hace 32 años, estas se han mantenido en buen estado. En enero de 2011, durante la visita del presidente Hu Jintao a territorio estadounidense, ambos países signaron la "Declaración conjunta China-Estados Unidos", que determina los lazos de cooperación, respeto y beneficio mutuo en el futuro.
En 1997 se reestableció el examen nacional de acceso a la universidad tras la influencia de la Revolución Cultural. Un total de 5,7 millones de candidatos compitieron en el invierno por apenas 300 mil plazas. Pero esto estimuló a miles de personas a prepararse seriamente para la admisión. La foto muestra la escena del sitio donde se llevó a cabo el examen de diciembre.
Tras una suspensión de diez años, China volvió a dedicarse a la preparación de talentos. El sistema de pruebas fue mejorando continuamente a lo largo de 30 años y hoy se ha convertido en el examen de admisión más transparente e importante de China. A través de él, los estudiantes podrán ingresar a universidades de diferentes tipos.