Recorriendo la "ruta roja": Un museo que hace vivir la historia
Por: Juan Carlos Zamora, 10 de junio, 2011
Eran sólo doce personas alrededor de una mesa. En su mente se gestaba la idea de una nueva China, basada en el socialismo y la justicia. Tomaban té mientras dialogaban, cobijados por la luz de una bombilla que colgaba del techo. Quizá no estaban del todo concientes de que esa reunión sería crucial para la historia de todo un país.
Save and Share Tamaño de texto   2011-06-11 11:58:21 CRI

Eran sólo doce personas alrededor de una mesa. En su mente se gestaba la idea de una nueva China, basada en el socialismo y la justicia. Tomaban té mientras dialogaban, cobijados por la luz de una bombilla que colgaba del techo. Quizá no estaban del todo concientes de que esa reunión sería crucial para la historia de todo un país. Pero así fue. Y un 23 de julio de 1921, esas doce personas delinearon los estatutos de unas de las organizaciones políticas más grandes e influyentes del mundo: el Partido Comunista de China.

¿Quiénes eran esos doce? ¿Dónde ocurrió la reunión? ¿Qué acontecía en ese momento en China? Para todo hay respuesta. Pero vamos por partes.

En busca del origen

Si alguien piensa que la Historia es aburrida es porque no ha visitado Shanghai. En medio de la modernidad de la urbe más poblada de China se esconden vestigios que narran momentos importantísimos de este país. Uno de ellos es un pequeño edificio de dos plantas, construido con ladrillo rojo, ubicado entre las calles de lo que fue la Concesión Francesa. Vista por fuera no tiene nada de especial: las construcciones aledañas tienen casi el mismo estilo. Pero dentro, doce hombres, incluido el mítico Mao Zedong, celebraron el Primer Congreso del Partido Comunista de China, llenos de ideales marxistas y sueños para una nación.

(Foto:Fachada del edificio donde se llevó a cabo el Primer Congreso del Partido Comunista de China)

Este sitio, que hoy es un museo visitado por miles de personas -difícil de creer, pero cierto-, forma parte de lo que muchos han denominado como la "ruta roja" o la "ruta del turismo rojo", y es la primera etapa del viaje organizado por CRI en vísperas del aniversario de la fundación del Partido Comunista de China.

(Foto: Interior de la casa donde se fundó el Partido Comunista de China) 

Y seguro se preguntan "¿qué puede tener de interesante un museo sobre un partido político?". La misma interrogante flotaba en mi cabeza antes de llegar a la casa ubicada en el número 76 de la calle Xiangye. Y la respuesta fue: mucho. El recinto alberga los documentos que dieron origen a los estatutos del Partido Comunista, objetos interesantísimos como una antigua máquina de escribir de marca Corona, con la que se escribieron los primeros textos con ideología marxista en China, y fotografías maravillosas que nos dan un idea de cómo era Shanghai y cuál era su contexto histórico y político. Y todo, aderezado con la narración dramática de una guía que, más que contar la historia, la vivía en carne propia.

(Foto:Apasionada guía narra la historia del Partido Comunista de China)

 

(Foto: Máquina de escribir portátil marca "Corona", con la que se comenzó a difundir el marxismo en China)

Sin duda, el clímax del recorrido es una réplica del pequeño salón donde se llevó a cabo el Primer Congreso del Partido Comunista de China ¡con todo y los doce delegados! Las figuras de cera de Mao Zedong, Li Hanjun –el dueño de la casa- y demás camaradas ilustran el ambiente clandestino en que se llevó a cabo esa reunión que daría inicio a una serie de cambios fundamentales en China. Estar ahí es como entrar a una máquina del tiempo.

(Foto:Recreación del Primer Congreso del Partido Comunista de China. De pie, al centro, Mao Zedong)

Al salir del museo, mi escepticismo inicial acerca del interés que puede generar un sitio como éste se esfumó, y comencé a imaginar el Shanghai de aquel entonces, los movimientos obreros, las manifestaciones, las multitudes formadas por depauperados y estudiantes con ideales. Recordé mis años en la universidad y aquellas discusiones en las aulas influenciadas por el marxismo. Pero sobre todo, visualicé a aquellos doce que iniciaron la historia de un Partido Comunista que hoy tiene en sus filas a más de 80 millones de miembros y que ha llevado a China hasta los cuernos de la Luna.

Sin duda, una experiencia diferente, que vale mucho la pena y que demuestra que la Historia no tiene por qué ser aburrida.

Artículos relacionados
Comentarios