"No tener miedo a las dificultades, trabajar arduamente y luchas contra las problemas, nunca retirarse" es el lema que refleja el espíritu de Guizhou revela Zhang Pin.

Sede del parlamento sostenido en la Gran Marcha

Una pintura en el museo que interpreta la reunión de Mao Zedong y Zhu De, líderes del partido en tiempo de revolución

El turismo rojo es una opción que a mi modo de ver tiene una doble intención: mantener vivos los valores históricos del país y acercar las raíces históricas a las nuevas generaciones. Algunos defienden que solo los nacidos en las décadas de los 70 y los 80 asisten pero he podido comprobar que muchos adolescentes y niños acompañan a sus padres. Tantos años de historia y se revelan en nuestro segundo destino: Zunyi, territorio situado a más de cien kilometro de Guiyan la capital de Guizhou. 13 años después de la fundación del Partido Comunista de China se inicia La Gran Marcha, en octubre de 1934 desde la provincia de Jiangxi hasta Gansu. En su paso por Guizhou obtuvieron muchas victorias relevantes que definieron la solida estrategia militar del ejército. Aquí permanece la sede del parlamento como un tesoro histórico y cultural que recuerda el momento crucial de la gran marcha cuando se estableció el liderazgo de Mao Zhedong. Desde entonces el Partido Comunista de China se consolidó como alma de la revolución.

Monumento a los soldados caídos

En el camino al museo una llovizna intensa nos sorprende. Apuramos el paso y la guía nos conduce por un sitio que guarda fotos, videos y pinturas valiosas de La gran marcha. En esa época la pobreza asolaba estas tierras y los hombres que dirigía Mao Zhedong eran la esperanza. El enorme museo de estilo tradicional que empezó a construirse en 2003 y que dos años más tarde abrió al público es casi un laberinto con una riqueza histórica que corona el camino del turismo rojo en Guizhou. Solo falta convertirlo en un sitio internacional incluyendo las informaciones en otros idiomas para que el turista extranjero pueda comprender fácilmente los tesoros históricos que aquí se guardan. Nuestra visita al museo se extendió por la lluvia intensa. Varios minutos después desafiamos la llovizna y partimos hacia "La montaña de los soldados rojos" Pocos minutos bastaron para acercarnos a la majestuosidad de un sitio que reverencia la memoria de los hombres.