La seducción del picante de Sichuan

Juan Carlos Zamora, 02-09-2010

Toda mi vida he sido una persona de buen comer, dispuesta a probar cosas nuevas, y mi paladar ha sido marcado por el ingrediente infaltable en la cocina mexicana: el chile. Quizá por eso los dan dan mian —con esa mezcla de fideos, aceite picante, carne de cerdo, verduras, cacahuate y un toque de ma la, una especia que entume un poco la boca— se convirtieron desde el primer momento en mi platillo chino favorito.

Save and Share Tamaño de texto   2010-09-03 11:43:10 CRI

Mi primera impresión de Chengdu fue la misma que de otras ciudades chinas que he podido conocer, y es que todas son similares: modernas, con altos edificios por doquier, anchas avenidas y grandes jardines. Vaya, pareciera que las grandes urbes de China las construyen con molde.

Vista general de Chengdu

Sin embargo, una segunda mirada hizo aparecer varios detalles que hacen de la capital de Sichuan diferente a otras ciudades. En primer lugar, tiene un ritmo menos acelerado, comparado con Beijing. Sus diez millones de habitantes se mueven de forma apacible. Segundo, a pesar de ser una ciudad muy moderna, conserva un toque tradicional que permite sentir sus más de dos mil años de historia. Y sólo como detalle, en sus calles caminan las chinas más guapas que he visto a lo largo de un año.

La modernidad y la tradición se mezclan en todos los rincones de Chengdu. En una esquina se pueden ver pequeñas tiendas de artesanía, y enfrente, grandes escaparates de Louis Vuitton y Prada. Al fondo de una calle conviven una ancestral casa de té y un expendio de Starbucks. Y un espectáculo de sombras chinescas callejero tiene como fondo música de Michael Jackson. El marco de toda esta mixtura lo conforman enormes edificios de cristal. Algún costo debía tener el desarrollo económico.

Una noche en la calle de Jinli

No hubo tiempo para mucho este primer día. Sólo para una gran cena en honor de los ganadores del concurso, en compañía de las autoridades de Turismo de Sichuan, y posteriormente, para recorrer un poco la calle turística de Jinli, una zona con edificios tradicionales atravesada por canales, donde abundan los bares, las tiendas de artesanías y los jóvenes. En cierta forma se parece a la famosa calle de Nanluoguxiang, en Beijing, y es un excelente lugar para terminar una noche en Chengdu.

Hoy ha sido un día agotador debido al viaje desde Beijing y los posteriores traslados en autobús, así que ha llegado la hora de concluir estas líneas y apagar la computadora. Pero mañana me pondré de nuevo frente al teclado para contar mis impresiones sobre Sichuan, y quién sabe, quizá para presumir que pude tomarme una foto con un oso panda. Veremos.

Ming tian jian.


1 2
Artículos relacionados
Comentarios