Jueves, 2 de septiembre
Hace casi un año que llegué a China, y en mi memoria se han acumulado decenas de experiencias de todo tipo; sin embargo, hay una que recuerdo con especial entusiasmo, y fue cuando probé por primera vez los tallarines picantes al estilo de Sichuan o dan dan mian.
Toda mi vida he sido una persona de buen comer, dispuesta a probar cosas nuevas, y mi paladar ha sido marcado por el ingrediente infaltable en la cocina mexicana: el chile. Quizá por eso los dan dan mian —con esa mezcla de fideos, aceite picante, carne de cerdo, verduras, cacahuate y un toque de ma la, una especia que entume un poco la boca— se convirtieron desde el primer momento en mi platillo chino favorito.
Tomando cerveza en la calle de Jinli
Cuando supe que la comida más picante de China se prepara en la provincia de Sichuan, me fijé en la mente que algún día la visitaría para probar las exquisiteces que ahí se preparan. Y a casi un año de haber iniciado mi aventura en este país, he cumplido mi propósito y escribo estas líneas desde Chengdu, la capital de Sichuan.
Puesto donde hacen papeles recoratdos en la calle de Jinli
Hoy es la primera jornada de un viaje programado para cinco días. El motivo: acompañar a los ganadores del concurso de habilidades titulado "Quiero visitar Sichuan". A su lado recorreré varios de los sitios más bellos de esta provincia, entre ellos, el Centro para la investigación y la reproducción del panda gigante, lo que auguro será una de las experiencias más fascinantes de toda mi vida.
Una vista de Chengdu
Tras un viaje de dos horas y media desde Beijing, a bordo de un avión de Air China, arribamos a Chengdu, la capital de Sichuan, provincia ubicada en el suroeste del país.