Hangzhou y su Lago del Oeste, un tango entre naturaleza y arte

Pablo Morales  23-08-2010

Unos dicen que la primera impresión es la que cuenta. Otros objetan esa hipótesis y dicen que lo verdadero es invisible a los ojos. Pues bien, volver a Hangzhou después de un mes de haber dejado la ciudad en la que experimenté mis primeros momentos en China...

Save and Share Tamaño de texto   2010-08-23 22:17:50 CRI

Pablo Morales

Unos dicen que la primera impresión es la que cuenta. Otros objetan esa hipótesis y dicen que lo verdadero es invisible a los ojos. Pues bien, volver a Hangzhou después de un mes de haber dejado la ciudad en la que experimenté mis primeros momentos en China, es un manojo de sentimentos difíciles de describir. Por un lado, la profesión me dicta ser objetivo para poder retratar esta ciudad desde una perspectiva imparcial. Sin embargo, este espacio está colmado de recuerdos y, por eso, es el otro lado el que tiene más peso, el lado de los sentimientos y la natural inclinación por una ciudad en la que naturaleza y urbanidad se encuentran y echan raíces, volviéndola única en China.

Mi vuelta a Hangzhou se inscribe en el marco de un viaje que realizan numerosos periodistas tanto de Radio Internacional de China, como de otros medios de Comunicación que se encargan de hacer posible el diálogo entre el pueblo chino y el resto del mundo. Organizada por el Gobierno Popular de la Provincia de Zhejiang, nuestra visita tiene como objetivo dar a conocer esta provincia del Sureste chino al público internacional de nuestra radio.

Hablar de Hangzhou nos remite directamente a su paisaje y su principal protagonista: el Xihu o, en español, Lago del Oeste. Si bien comparte su nombre con otros 35 Lagos del Oeste en toda China, sin lugar a dudas el de Hangzhou es el más famoso, no sólo por su singular belleza, sino también por su importancia histórica. Considerado uno de los destinos clave al que acuden millones de turistas chinos y otros tantos miles de extranjeros, se encuentra entre los diez lugares más recomendados para visitar en China. De hecho, según la Oficina de Información del Gobierno provincial, el número de turistas que lo visitan llega hasta los 30 millones al año.

Sus aguas cubren una superficie de unos 6,5 kilómetros cuadrados, y se encuentra rodeado por colinas repletas de sitios históricos, unos cien en total, a los que se les suman más de 40 museos y monumentos. El Xihu es producto de la mano humana que tomó como modelo aquellos elementos que embellecen el paisaje modelado por la madre naturaleza. En chino existe una regla para decidir si un lugar es bello o no y eso depende de la presencia de dos elementos: el agua y las montañas. Hangzhou tenía naturalmente montañas y fue el artificio del hombre el que se encargó de perfeccionar lo que ya existía a través de la construcción de este lago. Naturaleza y arte se toman de la mano y bailan un tango cuya música se encarna en el Lago del Oeste.

Hangzhou es única no sólo en el equilibrio que se da entre la fuerza de la naturaleza y la mano creadora del hombre, sino también en su historia y su carácter protagónico en las artes desde las antiguas dinastías feudales, hasta el dinámico presente caracterizado por la creatividad del pueblo de una provincia pionera en el proceso de apertura de China hacia el exterior. Apertura que no dejó atrás la preservación de su rico legado cultural. De hecho, en el año 2002 se dio inicio a un gran proyecto que tiene por objeto mantener y mejorar la belleza del lago. Desde su concepción, se ha tomado la precaución de preservar su equilibrio ecológico, a través del cuidado del medio ambiente. Esto viene acompañado de la protección de los sitios de importancia histórica y cultural. Tras ocho renovaciones y restauraciones, todos los parques y museos presentes en el recinto del lago son de acceso gratuito para todos sus visitantes. Para lograr este cometido fueron necesarias medidas drásticas, tales como la demolición de 585 mil metros cuadrados de edificios que arruinaban la vista del lago, incluso muchos de ellos habían sido construidos ilegalmente. Otro de los objetivos del proyecto fue la mejora de la calidad del agua, lo cual se ha conseguido gracias a los trabajos de drenaje y comunicación del lago con el Río Qiantang. En el presente, el lago tiene una profundidad promedio de 2,5 metros, mientras que antes de la restauración sólo era de 1,65 metros. Además, la transparencia del agua ha pasado de 50 a 73 centímetros.

Ya en 1987 hubo sugerencias para que el Xihu fuese proclamo Patrimonio Cultural de la Humanidad. De hecho, la ciudad de Hangzhou ha hecho el pedido formal ante el Gobierno Central de China para que el Lago del Oeste se encuentre en la lista de 2011. Esperamos la buena noticia para junio de 2011, cuando la UNESCO dé a conocer la decisión final. Previo a esto, durante el mes de septiembre de este año se espera la visita del grupo de expertos del Comité del Patrimonio Cultural de la Humanidad, huéspedes que serán clave para el futuro en la preservación del Lago del Oeste.

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