Chinos rinden homenaje a sus difuntos en el Día de la Claridad Pura

Juna Carlos y Yedid Gabriela, 09-04-2010

Cada año, miles de chinos acuden a los cementerios en la Fiesta de Qing Ming, o Día de la Claridad Pura, para agasajar a sus difuntos con arreglos florales y los platillos y bebidas que les gustaban en vida.

Los panteones dejan de lado su soledad habitual y el color gris que los caracteriza y se llenan de colorido.

Esta conmemoración, también conocida como Fiesta de la limpieza de tumbas, es una de las celebraciones con más tradición en el gigante asiático desde hace 2 mil 500 años.

Save and Share Tamaño de texto   2010-08-19 11:20:25 CRI

Cada año, miles de chinos acuden a los cementerios en la Fiesta de Qing Ming, o Día de la Claridad Pura, para agasajar a sus difuntos con arreglos florales y los platillos y bebidas que les gustaban en vida.


Miles de familias chinas acuden a los cementerios en el Día de la Claridad Pura

Los panteones dejan de lado su soledad habitual y el color gris que los caracteriza y se llenan de colorido.

Esta conmemoración, también conocida como Fiesta de la limpieza de tumbas, es una de las celebraciones con más tradición en el gigante asiático desde hace 2 mil 500 años.

Como su nombre lo indica, el pueblo chino acude desde temprana hora a los cementerios para barrer, retirar la basura y embellecer el sitio donde descansan los restos de sus seres queridos.


 Este día es conocido también como el día del "barrido de tumbas"

Pero la familia no sólo se preocupa por la limpieza, sino que también consiente a su difunto con una gran variedad de platillos, panes, fruta, dulces y, en algunos casos, hasta cerveza, ofrenda que colocan al pie de la sepultura.

En su visita, algunos aprovechan para retocar los caracteres chinos que, con el paso del tiempo, se han despintado de las lápidas.

Muchas de las tumbas están decoradas con motivos propios de la milenaria cultura china, como las esculturas de los leones guardianes, que simbolizan protección. Siempre se ponen en pareja: el macho, a la derecha, descansa su garra en una esfera ornamental; y la hembra, a la izquierda, juega con un felino cachorro.


Al embellecer las tumbas demuestran que no olvidan a sus seres queridos

Aunque el Día de la Claridad Pura no tiene ningún fundamento religioso, los chinos creen en la vida después de la muerte y consideran que los vivos tienen la responsabilidad de proteger la sepultura donde descansan sus ancestros.

Una de las costumbres más arraigadas es la quema de billetes simbólicos, pues se piensa que con ese ritual la vida de sus antepasados en el otro mundo será más cómoda.


 También acostumbran hacer reverencias como señal de respeto

Apenas hace dos años, la celebración fue instaurada, por primera vez, como día festivo nacional. Según el gobierno, la medida busca, además de facilitar el desplazamiento de la gente hacia cementerios, rescatar la importancia de esta tradición, especialmente entre las nuevas generaciones.

Dependiendo de la región, en algunas casas se cuelgan ramitas de sauce para ahuyentar a los malos espíritus, porque este árbol es considerado como un símbolo de "luz y enemigo de la oscuridad" en la cultura china. Además, las familias ponen altares al difunto con su fotografía y le ofrecen comida y flores.


Colorido que contrasta con la soledad de un cementerio

A pesar de la distancia geográfica, esta tradición guarda un profundo parecido con la celebración católica del Día de los fieles difuntos que se realiza en México, donde los días 1 y 2 de noviembre los familiares acuden a los panteones para llevar flores y comida a sus muertos, pero también les ponen altares en sus casas, en donde la flor de cempasúchil y el incienso son dos elementos fundamentales.

Anteriormente en China, los funerales tenían gran importancia en la vida social. Incluso, había quienes destinaban los ahorros de toda su vida para organizar una digna despedida a sus seres amados.

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