Al hablar de estas acciones realizadas por John Rabe, su nieto Tomás Rabe, médico experto en ginecología del hospital de la Universidad de Heidelberg, y al mismo tiempo escritor famoso en su país, dijo que no son ninguna sorpresa.
"Mi abuelo solía decir que él llevaba años viviendo en China y muchos de sus hijos y nietos nacieron allí. Por eso abrigaba un sentimiento especial con ese país y sentía una responsabilidad con su gente, con la que tenía años de contacto y amistad. También dijo que, durante su estancia en China, incluidos los tiempos bélicos, su pueblo siempre había sido muy amable con él. Tal vez fueron el espíritu humanitario y la responsabilidad que sentía hacía los otros las causas que decidieron sus acciones. Aparte, lo que hizo no fue una obra aislada, sino el fruto de la colaboración con otra veintena de extranjeros".
Tomás Rado al lado del busto de su abuelo
Durante la masacre de Nanjing, John Rabe anduvo por todas partes intentando impedir las crueldades del ejército japonés. Redactó un informe detallado sobre los abusos cometidos por las tropas niponas y con éste presentó una protesta ante la embajada del país invasor. Pero algo más importante: escribió un diario extenso, en que anotó detalladamente las atrocidades cometidas por los japoneses contra el pueblo chino tras la ocupación de Nanjing. Este diario se hizo muy famoso años más tarde, y se ha convertido en una fuente documental irrefutable de los crímenes de las tropas japonesas. En cuanto a esto, Tomás Rabe nos dijo:
"Como descendiente de John Rabe, estoy muy agradecido con el pueblo chino por no olvidar a mi abuelo ni a nosotros. No fue una cosa fácil lo que hizo. Padecía de diabetes, pero tenía mucha valentía y se quedó en Nanjing sin considerar su propia seguridad. Al mismo tiempo, me siento muy orgulloso, porque mi abuelo cumplió su misión".
En diciembre de 1996, el diario de Rabe se presentó por primera vez en Nueva York, en una conferencia de prensa ofrecida por la Asociación en Memoria de los Compatriotas Víctimas de la Masacre de Nanjing. Más tarde, la versión en chino, alemán, inglés, japonés y otros idiomas salió a la luz, hecho que ha ganado una amplia atención mundial.