Edgar Snow, mitad de China y mitad de la Humanidad
Así escribió en su testamento a su esposa: "Amo a China, y espero dejar parte de mis restos allí". Hace poco, nuestros reporteros visitaron al escritor de la biografía de Snow, John Hamilton, y él les compartió algunas historias.
Save and Share Tamaño de texto   2009-12-01 10:16:12 CRI

Desde 1928, año en que pisó tierra china por primera vez, hasta su salida en 1941, Snow fue testigo de la revolución popular y la guerra antijaponesa dirigidas por el Partido Comunista de China. Hamilton dijo que no era lo que Snow había imaginado cuando llegó al país asiático. De 21 años entonces, Snow recorrió muchos países para escribir reportajes. Él había planeado volver el mismo año a Nueva York para ganar dinero antes de cumplir 30, y dedicarse posteriormente con toda su atención a la creación periodística y la investigación. Sin embargo, lo que vio y escuchó en China detuvo su regreso.

"Creo que eso se debe a dos motivos, primero, muchas personas, incluido yo, creemos que los chinos son muy hospitalarios. Mucha gente que pudo visitar China, como Snow, esperaba ver un país fuerte e independiente, con progreso continuo, donde el pueblo pudiera vivir sana y alegremente. Otro motivo reside en que China era un foco de atención informativa y todos los días sucedían allí muchos asuntos".

Al ver con sus propios ojos el sufrimiento del pueblo chino y la lucha que los comunistas del país dirigieron para cambiar el destino de la nación, Snow mostró gran simpatía y apoyo hacia el Partido Comunista de China, y contrajo con líderes del partido una profunda amistad que duró decenas de años. Hamilton dijo que Snow y los comunistas chinos tuvieron un trato sincero y de respeto mutuo.

"Los comunistas supieron que Snow no venía con visión hipercrítica, sino era un periodista simpático, objetivo, sincero y dispuesto a escuchar. Snow tuvo un gran aprecio por estos dirigentes, respetó sus acciones y creyó que tenían una gran capacidad de liderazgo. Los comunistas trajeron a China transformaciones positivas, y eso era lo que Snow quería ver. Él mostró un fuerte amor hacia el pueblo chino y esperó la victoria de los comunistas".

Los militares y civiles de la base de Shanxi-Gansú-Ningxia acogieron cálidamente a este amigo norteamericano, y le regalaron un uniforme gris del Ejército Rojo. Con este uniforme, Snow realizó un recorrido de cuatro meses y sacó 30 rollos de fotos, y una de ellas, "Mao Zedong en el Norte de Shanxi", se convirtió en una fotografía clásica conocida en toda China.

Después de la fundación de la República Popular China en 1949, durante los más de 20 años de aislamiento entre China y Estados Unidos, Snow fue el único norteamericano que pudo obtener el visado del país asiático y realizó largas visitas en tres ocasiones. El primero de octubre de 1970, durante las celebraciones del vigésimo primer aniversario de la fundación de la Nueva China, Snow estuvo en la tribuna de Tian´anmen al lado de Mao Zedong, Zhou Enlai y otros líderes del Partido y el Estado, siendo de esta manera el primer extranjero que pasó revista al desfile del Día Nacional junto con Mao Zedong. Esta foto fue elegida por John Hamilton como la portada de la biografía de Snow.

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