China Radio International
(GMT+08:00) 2005-06-29 17:01:11    
Guerra química de las tropas invasoras japonesas y sus víctimas

CRI
En la segunda guerra mundial, las fuerzas armadas agresoras de Japón desataron una atroz guerra química contra China, causando de esta manera graves y profundas calamidades a todo el pueblo chino. Lo peor ha sido que las armas químicas abandonadas por las tropas japonesas en el territorio chino han traído una y otra vez perjuicios para sus habitantes, ya víctimas del armamento químico japonés.

A continuación le presentaremos una anécdota comentada por el anciano Li Qingxiang, de 78 años de edad, residente en la aldea Beituan de Hebei, provincia norteña del país.

Cierto día, 63 años atrás, sus cuatro parientes murieron a causa del gas tóxico introducido por las fuerzas armadas japonesas. Al recordarlo, el anciano demuestra un semblante melancólico y mirada tenebrosa. Dijo que ocurrió durante una madrugada en la época primaveral, el ruido de las armas le despertó, y resultó que las tropas invasoras japonesas irrumpieron en la aldea, realizando una nombrada "operación de limpieza".

La mayoría de los aldeanos lograron refugiarse en el túnel que habían construido para evitar tales masacres. Pero inesperadamente los soldados nipones lanzaron al túnel leñas húmedas y bombas de gas.

El anciano Li, recuerda que se produjo un gran disturbio en el interior del túnel y la gente se balanceba por el ataque producido por el gas tóxico, perdiendo la vida de esa manera sus parientes y vecinos:

"Al entrar en la aldea, los enemigos buscaron la entrada del túnel y luego intrujeron el gas tóxico. Percibí a través del olfato un olor picante muy fuerte que me ahogaba e irritaba la nariz. Mi hermana menor, de 8 años entonces, me dijo que ya no podía irse".

Finalmente sus cuatro hermanos, dos hembras y dos varones, perdieron sus vidas a causa del veneno.

En realidad, no son pocos los casos que demuestran los crímenes cometidos por los invasores japoneses al desatar la guerra química contra nuestro país.

El profesor Bu Ping de la Academia de Ciencias Sociales de China, se ha dedicado durante mucho tiempo a la investigación de la guerra química japonesa. Indicó que sobre el año 1939 en las postrimerías de la segunda guerra mundial, no resultaba extraña la utilización de armamento químico en los combates desatados por las tropas japonesas. Una estadística no completa demuestra que sólo en el combate contra las fuerzas armadas chinas, los japoneses utilizaron armas tóxicas en más de 2,000 ocasiones, aunque la utilización real de las mismas pueden alcanzar cifras mucho mayores. Sin embargo, esta crueldad cometida por las tropas japonesas quedó fuera de juicio bajo el amparo de EE.UU, y los criminales de la guerra química no fueron castigados como es debido. Refiriéndose a esto, el profesor Bu no puede contener su indignación:

"Las víctimas sufrieron severos daños por la guerra química desatada por el Japón, pero no pudieron conducir a los criminales hasta la muerte. Esto se debió a que por una parte el Japón no reconoce su responsabilidad de la criminal guerra, y por otra, no ha sido radical el expendiente sobre tamaño delito."

Lo peor ha sido que en vísperas de su rendición incondicional, los soldados japoneses enterraron o abandonaron gran cantidad de armamento químico para encubrir sus culpas, guardando en secreto para los chinos todos los datos relacionados, dejando de esta manera en oculto gran cantidad de peligros.

Un caso extremadamente grave sucedió el 4 de agosto del 2003: en un lugar en construcción en el municipio Qiqihaer de la provincia de Heilongjiang, los obreros desenterraron cinco cubetas de metal, y al abrirlas, salió el gas mostaza, que motivó 44 envenenados, e incluso uno de ellos perdió la vida.

Wang Cheng, de 26 años de edad y uno de los envenenados más graves, dice que aún en estos momentos presenta dificultades en su respiración y ha bajado aproximadamente diez kilos de peso corporal en comparación con su estado normal antes de dicho suceso:

"Ahora me siento muy mal, no se ha podido quitar la sombra que este incidente ha dejado en mi corazón. Con frecuencia debo visitar al médico."

Una estadística demuestra que hasta la fecha, más de 2,000 chinos inocentes han sufrido de los daños ocasionados por las armas químicas abandonadas por las tropas japonesas en nuestro país. Además, el pueblo chino se encuentra muy preocupado por las bombas de gases tóxicos que han sido abandonadas en nuestro suelo por los soldados japoneses, no descubiertas aún.

Conforme a las estipulaciones pertinentes del "Pacto de Prohibición de Armamento Químico" de la ONU, al que se adherieron tanto China como el Japón en el año 1997, el país nipón está comprometido en destruir, antes del 2007, todos los armamentos químicos que abandonó en China. Sin embargo este trabajo marcha actualmente de manera muy lenta.