Las reuniones de Ginebra (1954) y Bandung (1956) impulsaron el protagonismo de Zhou en la prensa mundial. En Ginebra, un grupo de periodistas occidentales y de "sinólogos" se apiñaron en torno a Zhou para solicitarle un visado de entrada a China. Chipp recuerda que fue en el aeropuerto de Rangún (Birmania) donde vio a Zhou por primera vez. Concluida la reunión de Ginebra y de vuelta a China, Zhou se había detenido allí para entrevistarse con el Primer Ministro birmano de ese país. Cuando Chipp le preguntó si podía conseguirle un visado para ir a China, Zhou le contestó sonriendo: "Déjame pensarlo". Poco después, el Ministerio Chino de Asuntos Exteriores le autorizó a permanecer en Beijing. Chipp comentó que en la actualidad las grandes personalidades van y vienen por todo el mundo; sin embargo, debido a las estrictas medidas de seguridad, a los periodistas les resulta muy difícil contactar con ellos directamente. La libertad con la que pudo conversar con Zhou en el aeropuerto de Rangún le parece ahora increíble.
Zhou Enlai consiguió que Chipp se entrevistara a Tian Hua En uno de sus reportajes para la Agencia Reuter Chipp destacó la elegancia y el atractivo de Zhou Enlai. Unos días después de publicarse, en el transcurso de una conferencia Zhou dijo sonriendo a Chipp: "¿Te parece que tendría más éxito si fuese actor?". Chipp incluyó esta anécdota en otra de sus crónicas. En cierta ocasión Chipp fue al Teatro de la Juventud para presenciar la representación de la famosa obra de Shakespeare Romeo y Julieta. Su butaca estaba dos filas por detrás de la de Zhou. Chipp aprovechó el intermedio para preguntar a Zhou si la actriz Tian Hua participaba en la Asamblea Popular Nacional que estaba celebrándose por aquellas fechas y Zhou le contestó que sí. Era una buena noticia. Al día siguiente, el ocupadísimo gran hombre acompañó a Tian Hua a la sala de prensa del Gran Palacio del Pueblo y Chipp la entrevistó. Al recordarlo me sacó de su bolso una foto escénica de Tian Hua tomada por él.
Una empleada del Buró de Telecomunicaciones rehusa transmitir la noticia " Quemad a Zhou Enlai" Un colega de Reuter refirió a Chipp el contratiempo que había sufrido en el Buró de Telecomunicaciones de China durante la "revolución cultural": una empleada había rehusado transmitir una nota informativa en la que el colega de Chipp explicaba que un grupo de guardias rojos cruzaba la plaza Tian´anmen enarbolando una pancarta que decía "Quemad a Zhou Enlai". El colega de Chipp se enfadó mucho y fue a pedir explicaciones al Departamento de Prensa del Ministerio de Asuntos Exteriores. Al final, sin embargo, tuvo que reconocer que la falta de cooperación de la empleada no obedecía a causas políticas; debido a su respeto y admiración por Zhou, la empleada no quería que en el exterior se supiera que estaba siendo atacado. No todo han sido alegrías para los periodistas de la Reuter acreditados en Beijing; los momentos de tensión en las relaciones sino-británicas fueron especialmente difíciles. No obstante, según Chipp: "Zhou dejó una huella tan profunda en los corazones de los periodistas de la Agencia Reuter, que ninguno de ellos lo olvidará jamás".
(CRI)
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