La significación y alcances del proverbio son semejantes al refrán español que dice:" No hay mal que por bien no venga".
Hace muchos años, en la zona fronteriza de un reino chino, vivía un anciano con grandes dotes de sabiduría, conocido por todos con el nombre de Saiwong, que significa "el viejo de la frontera". Cierta vez, perdió su único caballo, un bien de enorme valor en aquellos tiempos. Ante el suceso, todos sus amigos fueron a su casa para consolarlo, pero hallaron al propio Saiwong, no sumido en lamentaciones, como pensaron, sino sereno y reposado.
----- Lamantamos mucho la desgracia, dijeron con sinceridad.
----- Gracias, les respondió el con calma, pero ¿Cómo saben que lo que ha ocurrido es algo malo?
Algunos meses después, el caballo perdido volvió en compañía de otro, un caballo ágil y brioso, de impresionante estampa. Al enterarse del hecho, los vecinos fueron otra vez a su casa. Esta vez, a expresarle sus felicitaciones. Pero hallaron a Saiwong tan tranquilo que no había en el la menor muestra de entusiasmo.
----- Como pueden ver, les dijo, ahora tengo un hermoso caballo sin que me haya costado nada, pero, ¿cómo saben ustedes que el hecho es bueno? Tal vez me acarré alguna desgracia.
Poco tiempo después, el único hijo del anciano montó el brioso caballo y en algún lugar del camino se descuido, se cayó al suelo y se rompió una pierna. Los vecinos acudieron de nuevo a expresar sus condolencias al viejo y éste, como siempre, no manifestó la menor preocupación y, en cambio, los dijo:
------ ¿Cómo pueden estar seguros de que este accidente que lo ha ocurrido a mi hijo es algo malo?
No pasó mucho tiempo, cuando estalló una guerra y todos los jóvenes de la región tuvieron que alistarse en el ejército. Unos meses después, luego de la batalla definitiva, muchos de ellos habían muerto y no volvieron a sus hogares. Sin embargo, el hijo de Saiwong, al permanecer con la pierna rota en casa se salvó de morir, y cuando se recuperó, llevó una vida tranquila en compañía de su anciano padre.
De esta historia en que hay una cadena de hechos, buenos o malos en sí mismos, que luego se van transformando en su significación contraria, nació el proverbio: "Lo malo puede traer lo bueno", que, como se puede ver, nos advierte de que todo en la vida es relativo. Aún hoy, en China, cuando alguien sufre alguna desgracia se le consuela con el proverbio "Lo malo puede traer lo bueno.
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