Súbdito privilegiado del emperador Han, Huo Guang aprovecho su elevada posición para favorecer a la gente de entonces con una serie de medidas, tales como la supresión de impuestos y los estímulos para la agricultura. Al mismo tiempo, colocó a parientes y amigos en puestos importantes, de modo que poco a poco fue concentrando todo el poder en su persona. Para consolidar su posición, condenó a muerte como traidores a sus adversarios políticos, ministros, generales, príncipes o vasallos.

Fallecido el emperador, Huo Guang decidió coronar a Liu He, uno de los príncipes herederos del trono, a quien, sin embargo, destronó poco después por su conducta indigna y ordenó que mataran a más de 200 de sus súbditos.

Luego, eligió para ocupar el trono a otro príncipe, conocido con el nombre de Xuandi.

Este era consciente de que su vida dependía de Huo Guang y por eso le tenía mucho miedo. El día de la coronación, Huo Guang, condujo en persona la carroza imperial rumbo al templo de la familia real. Atemorizado e inquieto, Xuandi lo siguió muy de cerca sin poder controlarse, les dijo a sus confidentes:

----Siento como si me hubieran clavado muchas espinas en la espalda.

Desde entonces, cada vez que que Xuandi veía a Huo Guang sentía un miedo tan grande, que tenía la impresión de que le clavaban espinas en la espalda.

El año 68 antes de nuestra era, Huo Guang murió afectado por una enfermedad y Xuandi comenzó a experimentar una sensación de libertad y de alivió del miedo que había experimentado durante tanto tiempo.

Esta es la historia que dio origen al proverbio "Espinas en la espalda".

La significación del proverbio es fácil de deducir, pues se aplica al caso en que una persona se cohibe frente a alguien.