Un hombre llevaba 5 burros a la feria para venderlos. Mientras iba a pie, no paraba de contar sus 5 burros: uno, dos, tres, cuatro, y cinco. Está bien, decía, no se me ha perdido ninguno.

Pero,un poco más alla, el hombre se sintió cansado y montó en uno de sus animales.

No bien lo hizo, comenzó a contarlos de nuevo: uno, dos, tres, cuatro. Ah! ¿Donde está el burro? He perdido uno. Afligido el hombre dijo: Salí de la casa con 5 burros, y ahora tengo sólo 4! Se bajó del burro y pasó a contarlos otra vez: uno, dos, tres, cuatro y cinco. Uf! aquí están los 5. ¿Como apareció el que faltaba?

No negarán, queridos oyentes, fue esta pequeña historia esta cargada de humor.

Según los registros disponibles, este proverbio ya constituía una expresión popular durante la dinastía Song, entre los años 960 y 1279 de nuestra era. En nuestros dias, cuando la circunstancia lo permite, ese proverbio continúa siendo muy usado entre los chinos.